SILVIO GESELL ‑ CENTENARIO DE SU PRIMERA
PUBLICACION *
Por el Dr. Oreste POPESCU
Académico de Número
Silvio Gesell nació el 17 de marzo de 1862 en la
ciudad de St. Vith, partido de Malmedy, ubicada en la confluencia de las
fronteras de Bélgica, Luxemburgo y Prusia, que cambió muchas veces de mano
entre los países vecinos. Sus padres eran descendientes alemanes por el lado
del padre, Ernesto Gesell, y valones por el de la madre, Jeanette Talbot. De
modo que Silvio Gesell despertó a la vida hablando con igual fluidez el francés
y el alemán; y llevaba en su alma la noble impronta del rigorismo prusiano y la
delicadeza francesa, del catolicismo materno y la fe protestante de su padre.
Los esposos Gesell hacían esfuerzos sobrehumanos
para soportar los gastos de instrucción de sus nueve hijos. Pero con el correr
de los años, cuando comenzaron a ponerse de manifiesto los signos de la vejez y
la enfermedad del esposo, y esto justo en el tiempo en que el séptimo hijo,
Silvio estaba por terminar su primer año de colegio secundario, la familia se
vio obligada a cambiar para siempre sus planes. Tras una experiencia de tres
años efectuada como practicante en el Correo del Estado, Silvio siguiendo el
consejo del hermano mayor Paul, resuelve abrirse camino en la vida como
empleado de comercio. Los primeros pasos los dio en Berlín, como practicante en
el negocio de artículos odontológicos de su hermano Paul. A los veinte años de
edad, entre 1882 y 1884, lo encontramos haciendo sus armas en Málaga, España,
como corresponsal mercantil. Vuelto a Alemania para cumplir el servicio
militar, continúa su formación mercantil en varias empresas de la ciudad de
Braunschweig y finalmente en una empresa de transportes internacionales de
Hamburgo, para que en el verano de 1887 llegara a Buenos Aires. Aquí fundará su
propia empresa, y también su propia familia, poco después, al quedar de acuerdo
con su novia, Anna Boettger, que conoció cuando trabajaba en Braunschweig, en
contraer en Montevideo el matrimonio. Pronto comenzó a crecer la empresa y
también la familia: en 1888 nace el primer hijo, Ernesto Fridolin; en 1889
sigue una hija, Ana; viene después en 1891 nuevamente un varón, Carlos Idaho y,
en 1893, otra nena, Juanita, todos argentinos nacidos en Buenos Aires.
Las fechas de nacimiento de sus dos últimos hijos
coinciden con las de la publicación de sus primeros escritos de política
monetaria: Die Reformation in Münzwesen als Brücke zum sozialen Staat, Buenos
Aires 1891; Nervus rerum ‑ Fortsetzung zur Reformation im Münzwesen,
Buenos Aires 1891; Die Verstaatlichung des Geldes ‑ Zweite Fortsetzung
zur Reformation in Münzwesen, Buenos Aires 1892; y El Sistema Monetario
Argentino, Buenos Aires 1893. Pero estos son apenas el punto de partida de una
larga serie de trabajos cuyas publicaciones tendrán lugar año tras año hasta
más allá de su muerte ocurrida en Eden Oranienburg el 11 de marzo de 1930, con
el apoyo de sus discípulos y también de sus hijos, particularmente del quinto
hijo Hans-Joachim Führer nacido en 1915 y dueño de una empresa de traducciones
situada en Freiburg, Alemania. Recién en nuestros días se están imprimiendo los
últimos volúmenes de la obra completa de Gesell planeada en diecisiete
volúmenes y prologada por uno de los gesellianos de la nueva generación, Werner
Onken. Es en este prólogo en que se subraya la importancia del apoyo financiero
de Hans-Joachim. (1)
¿Cómo llegó Gesell a dar el paso en el mundo de las
publicaciones? Las experiencias recogidas en el ámbito de los negocios a los
que estuvo vinculado tanto en Alemania y España como últimamente en la
Argentina fueron sin lugar a dudas el principal estimulante para la reflexión
de los fenómenos económicos y sociales. El rápido éxito logrado en la
conducción del negocio propio no sólo le daba la pauta de que había interpretado
correctamente la coyuntura económica, sino la que a la vez constituyó de fuente
de estímulo para seguir ahondando y ensanchando el horizonte económico. Comenzó
por hacer apuntes periódicos sobre los altibajos de los precios de los
distintos productos en el mercado nacional y mundial, así como la variación de
los tipos de cambio y el volumen de las transacciones. Leía asiduamente los
periódicos accesibles y seguía con interés los debates del Congreso en torno a
los problemas económicos. Y como las ideas sostenidas en la prensa y en los
círculos gubernamentales no lograron convencerlo, decidió seguir con
perseverancia, año tras año su propio camino, hasta que un día, tras una
reconsideración general de todas las ideas recogidas durante los tres años de
observación del proceso económico argentino surgió de golpe la gran intuición.
„Todo, todo el gran complejo de interrelaciones de trascendencia mundial, todo
su nexo con la historia, política y economía ‑ contaba años más tarde
Silvio Gesell ‑, todo lo que para el resto de mi vida me sirvió como el
norte de mis escritos, brotó en una sola media hora, con la idea del dinero
libre. Tan poderoso fue el impacto que me causó esta idea, que durante los tres
días siguientes iba más bien saltando por mi pieza. Mi propia mujer me creyó
loco. Sentía de veras como si mi cabeza se hubiera puesto instantáneamente más
pesada”. (2) A raíz de este acontecimiento Gesell encuentra la convicción
necesaria para ordenar sus ideas y ponerlas sobre el papel y así surgió hace una
centuria su primer escrito, y así nació el reformador social Silvio Gesell.
Su primer escrito es un cuaderno de cuarenta y cinco
páginas escrito para los alemanes del país y del exterior, y por consiguiente
impreso en idioma alemán. Nos hubiera gustado que su primer escrito se hubiera
publicado en idioma castellano y dirigido a nuestro pueblo para la solución de
sus cuestiones sociales y económicas. Y no faltan las insinuaciones para
acceder a semejante interpretación. (3) Pero la cronología nos obliga a seguirla,
máxime cuando la impresión de las publicaciones se realizó en la propia
editorial del autor.
El título de su primer escrito alude a la vez al nombre de la doctrina que
pregonaba Gesell. En él habla de sus ideas como de una doctrina del „Estado Social“
o „Estado Social Ideal“, para subrayar de este modo su contraposición a la
doctrina „deformada“ del „Estado Capitalista“. Desde el momento en que las
fallas orgánicas del sistema capitalista serán saneadas conforme a la receta de
sus ideas, „tendremos al Estado Social, el 'Estado Social Ideal', sistema que,
fundándose en el principio ‚suum cuique’ (a cada uno lo suyo), deja a cada uno
su plena libertad y tiene como meta garantizar a cada miembro de la sociedad,
su libertad, su derecho y su propiedad“. Este primer escrito de Silvio Gesell,
publicado en Buenos Aires, en 1891, lleva el sugestivo título de Puente hacia
el „Estado Social“ (Brücke zum sozialem Staat). A partir de 1906 optó por el nombre de „Orden económico
natural“, en vista de que los dos principios básicos de su doctrina, el interés
personal y la competencia están hondamente arraigados en la naturaleza del
hombre. (4) Es este también el nombre que elegirá como título de su obra
básica, y que será mantenido a través de todas las reediciones posteriores. El „orden económico natural“ recuerda a la doctrina de
Quesnay y del movimiento fisiocrático. Pero con este parentesco, Silvio Gesell
no se sentía de ninguna manera molesto. Por el contrario, no dejaba oportunidad
alguna para recalcar el parentesco ideológico con los grandes precursores de la
ciencia económica. El primer núcleo constituido por sus partidarios en Berlín
en 1907 se llamó la „Asociación Fisiocrática“ (Physiokratische Vereinigung) y
el periódico de este círculo era „El Fisiócrata“ (Der Physiokrat). En el
prólogo a la segunda edición del „Orden Económico Natural“, Paulus Klüpfel
subraya expresamente el nexo entre la doctrina de Gesell y la de Quesnay:
„Gesell no toma en consideración la doctrina de Quesnay; este es su punto de
partida en todas las partes: no puede haber otro“. Más tarde, en 1924, surgió
una rama de su movimiento, bajo el nombre de la „Unión para la lucha
fisiocrática“ (Physiokratischer Kampfbund), y a veces el mismo Gesell designaba
su doctrina con el nombre de „doctrina fisiocrática“. (5) Es útil recordar
también que incluso los partidarios de Silvio Gesell, en nuestro país, habían
designado su movimiento con el nombre de „Federación Fisiocrática Argentina“. No
faltaron, sin embargo, sugerencias de designar la doctrina de Gesell con el
nombre de „Neo‑fisiocracia“. (6) En la tercera edición de su obra, piensa
Gesell que su „sistema económico natural“ podría denominarse también
„manchesteriano“, sistema que los verdaderos espíritus amplios tuvieron siempre
como ideal. Pero de este „manchesterianismo“ se puede hablar hoy sólo ante
personas a quien no inducen a error los experimentos defectuosos ni cuando las
fallas de ejecución les prueben el fracaso de todo un plan. A la gran masa le
basta con lo que ya conoce del „manchesterianismo“ para maldecir toda esta
doctrina. (7) Silvio Gesell que es también el jefe de un movimiento, no podía
ser insensible a las preferencias lexicográficas de las masas, precisamente en
un momento en el que la palabra „socialismo“ flotaba en el aire. Cuando al
comienzo del año 1919, en la esperanza de poder poner a prueba su doctrina, se
dejó tirado en el remolino de la actuación política en un gobierno de mucha
tinta socializante. Silvio Gesell contemplaba con mucha simpatía la posibilidad
de encauzar un movimiento político bajo el rótulo de la „Unión liberal
socialista“ (Sozialistischer Freiheitsbund), opuesto tanto al capitalismo como
al marxismo y demás organizaciones estatizantes. Pero el mal rato pasado
durante los pocos días de su colaboración con los socialistas del frustrado
gobierno de Munich, lo hizo abandonar la idea de designar su doctrina con el
nombre de „Socialismo liberal“. A partir de 1919, el nombre que gozará cada vez
de mayor preferencia será el de „Economía libre“ (Freiwirtschaft), empleado ya
en 1916 por Paulus Klüpfel en el prólogo a la segunda edición del „Orden
Económico Natural“. Unos cuantos meses después del proceso de München, salía un
folleto titulado „La Economía Libre ante la Justicia“. En su defensa ante el
tribunal de München Gesell designa varias veces su doctrina con este nombre y
recuerda que entre las distintas ramas de su movimiento hay una que también
lleva el nombre de „Economía Libre“ (Freiwirtschaft). En el mes de mayo de
1921, en el Congreso de Kassel, las cuatro ramas del movimiento geselliano se
unifican constituyendo la „Unión de la Economía Libre“ (Freiwirtschaftsbund). El
30 de noviembre de 1921, en el prólogo a la quinta edición de su obra básica,
designa su movimiento con el nombre de „movimiento de la economía libre“. En
1924 publica un artículo titulado „¿Qué es Economía Libre?“ (Was ist
Freiwirtschaft?) en Der Entscheidungskampf nr. 10 de 1924. Incluso el órgano de
la vieja Unión de Lucha Fisiocrática (Physiokratischer Kampfbund) reaparece a
partir de 1918 bajo el nombre de „La Economía Libre“ (Die Freiwirtschaft). Gesell se encariña con el nuevo nombre porque,
efectivamente, también en su espíritu el principio individualista comienza a
tener cada vez más honda gravitación. Es posible que el libro de Max Stirner,
„El único y su propiedad“ (Der Einzige und sein Eigentum) haya tenido una
cierta influencia sobre él. (8) De todos modos, en el prólogo a la cuarta
edición de su obra se pone bien de manifiesto su individualismo radical. Para
él, „la transformación de la grey humana del hombre rebaño, en hombre completo
e independiente, en individuo, es decir, en persona que rechaza todo yugo por
parte de sus semejantes“ es la expresión de una ley de desarrollo de la
sociedad humana. Esta ley ya se hubiera realizado desde hace tiempo si no se
hubiese tropezado con las fallas retardatarias provenientes del capitalismo y
marxismo. Es precisamente para liberar de sus fallas orgánicas a nuestro
sistema económico que forjó Gesell su doctrina. „El Origen Económico Natural
que surge por sí mismo, sin necesidad de medidas legales, que no necesita del
Estado, de las autoridades, ni de tutela alguna y que respeta las leyes de la
selección natural, proporciona a todo hombre progresista la posibilidad de
desarrollar plenamente su yo“. Su ideal es liberar al hombre de toda dominación
ajena y formar la personalidad responsable ante sí mismo; „el ideal de
Schiller, Stirner, Nietsche y Landauer“. (9) Con la aparición de los escritos
„El desmantelamiento del Estado tras el advenimiento del gobierno del pueblo“
(Der Abbau des Staates nach Einführung der Volksherrschaft), publicado en abril
de 1919 (2a. ed. Agosto 1921) „La ascensión del occidente“ (Der Aufstieg des
Abendlandes) publicado en 1923, y „El Estado desmantelado“ (Der abgebaute
Staat) publicado en 1927, el individualismo de Gesell alcanza dimensiones
preocupantes. La libertad individual prácticamente no conoce límites. Gesell
reduce los mandamientos del Decálogo a uno solo: „¡Haga, todo lo que le parece
bien!“ y el criterio absoluto de esta conducta es el siguiente: „Hago lo que me
parece bien, porque actúo de acuerdo a mi interés. Verdad es todo lo que
incrementa mi bienestar, falsedad todo lo que lo disminuye. Pues yo soy la
medida absoluta de todas las cosas“ (La Ascensión del Occidente, 14).
Y ya que el Estado ha sido transformado por la clase
dominante en un instrumento al servicio de la opresión individual, hay que
proceder al desmantelamiento de todas sus funciones perniciosas. „Resultará
entonces indispensable proceder a la demolición de todas sus instituciones con
la excepción de las vinculadas al tráfico‑dinero, correo, ferrocarriles,
telégrafo, marina y marina mercante. Todas las demás ‑ los ministerios de
guerra, comercio, educación, justicia, etc. ‑ podrán ser trasladadas con
ventaja a manos privadas y de los organismos locales”. Gesell no tiene miedo a
estar pisando la tierra del anarquismo (10). Lo único que lo preocupa es no
estar involucrado con la familia del anarquismo comunista. El intento de
realización del ideal anarquista por el sendero comunista, es para Gesell „un
círculo vicioso“. El único camino fructífero hacia el anarquismo es el que se
abre por la vía liberal, y a tal efecto considera que la doctrina del orden
económico natural, esto es, la doctrina de la Economía Libre constituye el más
adecuado vehículo. (11) Desde ya que sus adversarios políticos, no dejaron
escapar esta nueva oportunidad para estigmatizar a Gesell, esta vez, como
anarquista. Para reforzar su argumento, aducían además de los escritos de
Gesell la prueba brindada por algunos colaboradores de éste, como Rolf Engert,
quien ya en 1921 publicó un escrito, con el sugestivo título: „La Economía
Libre, una expresión práctica de la filosofía de Stirner“ (Die Freiwirtschaft,
ein praktischer Ausdruck der Stirnerschen Philosophie) y Arthur Böhn con su
igualmente llamativo escrito „Silvio Gesell y Max Stirner como fenómenos de
identidad de conciencia (Silvio Gesell und Max Stirner als wesensgleiche
Bewußtseinsphänomene), publicado en la revista Letzte Politik de 1930.
Evidentemente, no es posible interpretar de otro modo las claras ideas de
Gesell a favor del anarquismo liberal, pese a las reservas de sus mejores
biógrafos como el Dr. B. Uhlemayr (12) y Werner Schmid (13). Llevada la fórmula
de la „Economía Libre” hasta sus últimas consecuencias por el mismo Silvio
Gesell, no debe sorprender que después de su muerte, algunos de sus adherentes
como Alfred Bader sugiriesen sustituir el nombre de „Economía Libre“ por el
viejo de „Fisiocracia” como título del movimiento geselliano. (14) Ultimamente,
una parte de sus discípulos, entre los cuales W. Schmid y F. Schwarz prefieren
como nombre del movimiento y la doctrina geselliana la expresión de „socialismo
liberal”, mientras otra parte, más moderada y más próxima al neoliberalismo
contemporáneo opta por la expresión neutral de „orden libre social“
(Freisoziale Ordnung). Muy significativo es el hecho que en la reunión de
Schweinfurt de la Unión Libresocial (Freisoziale Union) realizada el 23‑29
de julio de 1961 se resolvió sustituir oficialmente las expresiones „Economía
Libre” (Freiwirtschaft) y „Libre Economía“ (Freiwirtschaftlich) por las de
„Orden libre social” (Freisoziale Ordnung) y „libresocial“ (freisozial)
respectivamente. (15) Pero cualquiera que fuesen los giros que tomó la doctrina
de Gesell durante su larga trayectoria de cuarenta años de evolución, lo cierto
es que su semilla central expresada en las ideas de libertad, competencia e
interés individual, y su garantía mediante la abolición del ingreso fundado en
el trabajo ajeno, ha quedado inalterada.
En cuanto a los aspectos de teoría económica podemos
enumerar los siguientes: En primer término intuye certeramente Gesell los
fundamentos cuantitativistas de los metales preciosos. Para esto utiliza uno de
los cuentos de Alí Babá sobre el descubrimiento del monte de oro „Semsi”. El
efecto hubiera sido más poderoso si se hubiera acudido al impacto producido
sobre el nivel de los precios por el descubrimiento del Potosí. A los
estudiosos argentinos les cuesta creer que en un escrito realizado en Buenos
Aires y en 1891 no se han citado los cursos de Economía Política realizados y
publicados por los titulares de la Cátedra de Economía Política de la
Universidad de Buenos Aires, o traducidos del francés o italiano y publicados
en nuestro país, en el período 1850‑1890. Desarrolla a renglón seguido
una vigorosa crítica al sistema del patrón oro, destacando tanto los aspectos
monetarios como los de política social. En los últimos capítulos se plantea el
problema de la reforma monetaria a través de la introducción del dinero libre
mediante el uso de las „Rostende Banknoten” esto es el Dinero Fondante o la
Libremoneda, y la polémica con las doctrinas socialistas acerca de su táctica
económica y social. Con esto se establece el punto de partida de los
principales temas que continuarán siendo objeto de permanente investigación a
través de las siguientes décadas y que culminarán en 1916 en la obra
fundamental de Silvio Gesell, El Orden Económico Natural por Libretierra y
Libremoneda, publicada en la edición original en alemán y luego en versiones en
castellano, inglés y francés (16) y luego serán objeto de estudios especiales
realizados tanto por los integrantes del movimiento geselliano como por sus
críticos.
La “Reformation im Münzwesen als Brücke zum sozialen
Staat” es uno de los escritos de mayor demanda editorial y se agotó antes de
fallecer Gesell. Una reedición abreviada (y purgada del exceso de alegorías y
parábolas que el inocente autor utilizó movido por intenciones pedagógicas),
dedicada a la memoria de Silvio Gesell, fue preparada bajo la dirección de
Leonhard Jenni y publicada con el mismo título en la casa editora Pestalozzi‑Fellenberg‑Haus
de Berna, en 1931, reducida a 24 pág. En la Obra Completa de Silvio Gesell,
vol. 1, se reimprimió el texto íntegro de la edición princeps. Es de notar que
hay también una versión inglesa de la edición original bajo el título Currency
reform as a bridge to the social state, traducida por Phillip Pye, Locarno 1951
(typescript). Los argentinos estamos en deuda con Gesell, con casi todas sus
obras escritas en alemán, de las que nuestros estudiosos e investigadores
necesitan con premura las versiones en castellano.
_______________
* Comunicación efectuada en la sesión ordinaria del
20 de noviembre de 1991.
(1) Cf. Silvio Gesell, Gesammelte Werke. Vol. 1,
1891‑1894. edit. por la Stiftung für Persönliche Freiheit und Soziale
Sicherheit, Hamburg, Fachverlag für Sozialökonomie, Münden 1988, p. 16.
Aprovecho la oportunidad para agradecer a la Dra. Emmy Martin de Tuercke por
haberme facilitado la adquisición de esta obra. También agradezco al Dr.
Roberto Menzaros por el ofrecimiento de diversos materiales.
(2) Cf. Hans Timm, Geburt einer Idee und einer
Bcwcgung, en: Informationen für KuItur, Wirtschaft und Politik, Año XIII, marzo
1960, p. 3.
(3) Cf. Werner Onken, op. cit. p. 19.
(4) Ver Karl Walker, Werk und Weltanschauung, en:
Die Gefährten No. 28, Marzo 1949, pp. 363‑370.
(5) Ver su escrito Die allgemeine Enteignung im
Lichte physiokratischer Ziele, Potsdam 1926.
(6) Ver Hanna Blumenthal, Die alten französischen
Physiokraten und wir, en: Die Freiwirtschaft, Cuaderno 19, Octubre 1924, pp.
501‑506.
(7) Gesell, Silvio, op. cit., tomo I, p. 264.
(8) Ver Werner Schmid, Silvio Gesell, Berna, 1954,
p. 178, sin embargo, Hans Timm me informa que Stirner no ha tenido ninguna
influencia sobre Gesell.
(9) Gesell, Silvio. El orden económico natural, tomo
I, Prólogo a la cuarta edición.
(10) Gesell, Silvio. Der Abbau del Staates (El
desmantelamiento del Estado), Berlin‑Steglitz 1919, p. 14
(11) Gesell, Silvio. Der abgebaute Staat (El Estado
desmantelado), Berlin‑Friedenau 1927, p. 4.
(12) Op. cit., p. 18.
(13) Op. cit., p. 178.
(14) Ver Alfred Bader, Fisiocracia o Economía Libre
(Fysiokratie oder Freiwirtschaft) en: Freiwirtschaft, cuaderno 3, mayo‑junio,
1932, p. 112.
(15) Informationen für Kultur, Wirtschaft und
Politik, Hamburg Año 14, No. 9, Sept. 1961, p.28.
(16) Gesell, Silvio. Die natürliche
Wirtschaftsordnung durch Freiland und Freigeld, 2a. ed., Berlin 1916 (prólogo
de Paulus Klüpfel), 3a. ed., Arnstadt 1919, 4a. ed., Rehbrücke‑Berlin
1920, 5a. ed. Rehbrücke‑Berlin 1922, 6a. ed., Rehbrücke‑Berlin
1924, 7a. ed. Hochheim‑Erfurt 1931 (prólogo del Dr. Landmann y Hans Timm),
8a. ed. Berna 1938, 9a. ed. Lauf‑Nüremberg (Prólogo de Karl Walker)
edición abreviada elaborada por Walter Hanke y Richard Batz, Lüdenscheid 1950;
versión inglesa: The Natural Economic Order, trad. de la 6a. ed. alemana por
Phillip Pye Berlin‑Frohnau 1929, 2a. ed. San Antonio‑Texas 1933
(biografía de Gesell redactada por Hugo R. Fack), 3a. ed. revisada, London
1958; versión francesa: L'ordre economique naturel, trad. de la 8a. ed. alemana
por Felix Swinne, Berna‑Paris‑Brusclas 1948; versión castellana: El orden económico natural por
libremoneda y libretierra, trad. de la 7a. ed. alemana, Buenos Aires 1936‑1945
(prólogo de Ernesto Fridolin Gesell).