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Eva Maria Loos (Heidelberg)



El español del chat de diversión – ¿promotor virtual del panhispanismo?



Internet chat in Spanish and its relation with the panhispanic norm
One of the most avidly discussed topics in current linguistics is the impact of new communicative forms mediated by the Internet on transmitted languages. In this context chatting plays a particular role for being a discourse tradition still 'under construction' that requires the negotiation of new communicative challenges by its users. Internet chat in Spanish does not only combine many characteristics of the so-called 'Internet Spanish', but also might contribute to more 'unity in diversity'. This leads to the question whether it could serve as a source of linguistic change. Even though recent research has focused on the written realization of phenomena which are typically used in spoken private conversation, Internet chat in Spanish also stands out for its unifying potential due to the intensive use of a panhispanic vocabulary in contrast to a decreased use of regionalisms.



1 Introducción

La influencia que ejercen los medios de comunicación1 en la lengua española es un hecho reconocido tanto por la lingüística hispánica como por la misma Real Academia Española (véase Lebsanft 1997: 5). Con su integración en vastos ámbitos de la vida cotidiana y profesional de un número considerable de hispanohablantes, su repercusión en el español actual gana cada vez mayor importancia. Desde el comienzo de la sociedad mediática, dicha influencia ha ido en aumento hasta tal punto de que Humberto López Morales, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua, declaró en una entrevista con el periódico argentino Clarín: "Las normas del idioma las dictan los medios, no las academias" (Clarín 2006). Destacan en este contexto los nuevos medios de comunicación, ante todo Internet, que cuenta cada día con un mayor número de usuarios en ambos lados del Atlántico, no sólo por ser un mecanismo de comunicación masiva económico y cómodo, sino por permitir a la vez el intercambio de manera inmediata diluyendo obstáculos temporales y espaciales (véase Andión 2001: 71).




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Aunque no cabe duda de que la red conlleva el potencial de generar un cambio lingüístico, ya que genera nuevas tradiciones discursivas y multiplica determinados usos lingüísticos, hay que hacer hincapié en que no parece legítimo hablar de un español de Internet ni de un cambio lingüístico provocado por este medio. Al ser un nuevo medio de difusión2, Internet ofrece un sinfín de tecnologías comunicativas. Éstas pueden generar nuevas modalidades de interacción (p. ej. la comunicación a distancia a tiempo casi real por escrito) o bien pueden corresponder a nivel lingüístico a sus "equivalentes" no mediados por ordenador (p. ej. documentos en formato PDF disponibles en línea). En adelante, como afirma Dürscheid, no sólo habrá que distinguir entre los diferentes sucesos comunicativos que se basan en la misma tecnología, las formas comunicativas3 (p. ej. el chat o el correo electrónico), sino que también parece imprescindible de diferenciar entre los géneros comunicativos que abarcan (véase Dürscheid 2005). Son estos nuevos géneros comunicativos (p. ej. el "chat de diversión"4 o el "chat de atención al cliente"5) los que constituyen la cuña de un posible cambio lingüístico a realizarse mediante textos o discursos concretos, cuya producción se guía, como toda comunicación, por dos convenciones: la de la tradición discursiva y la de la lengua histórica.

Grundsätzlich haben wir davon auszugehen, daß jeder Text oder Diskurs in zwei deutlich unterschiedenen Traditionen steht: in der Tradition der jeweiligen Einzelsprache (Französisch, Spanisch, Italienisch usw.) und in der Tradition der jeweils gewählten Diskurstradition (Leitartikel, Todesanzeige, Sonett usw.). (Wilhelm 2003: 228 y sigs.)

Dichas convenciones o normas están inseparablemente entrelazadas tanto en los textos o los discursos mismos como en la conciencia de los hablantes, hecho que, en muchos casos, impide su delimitación exacta (Wilhelm 2003: 229) 6. Además, existe una relación de mutua dependencia entre los textos o discursos y sus tradiciones discursivas: mientras que las tradiciones guían y moldean la modalidad de la producción de los textos o discursos, éstos pueden llegar a alterar la convención correspondiente (véase Wilhelm 2001: 467 y sigs.). Dicha relación entre el texto o discurso y las tradiciones de su realización es de mayor interés en el contexto del aquellos géneros comunicativos mediados por ordenador que no se consideran meras transferencia mediáticas (como es el caso de los documentos PDF o de la telefonía en línea mediante programas como Skype). Al constituir modalidades de interacción nuevas, proporcionadas por un medio nuevo, hasta ahora no cuentan con una tradición discursiva totalmente establecida ni con convenciones de realización a nivel histórico-idiomático7.




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Destaca en este contexto el chat de diversión, que puede considerarse una nueva tradición discursiva (véase Koch/Oesterreicher 2007: 359), ya que permite por primera vez el intercambio dialógico y cuasi-sincrónico8 a distancia por escrito (véase Storrer 2001b: 439), y requiere, por lo tanto, la solución lingüística de nuevos desafíos comunicativos por parte de los usuarios (véase Frank-Job 2010: 37). Aunque, debido a su novedad, parece más bien adecuado de considerarlo una tradición discursiva "en construcción", su presencia se constata por el hecho de que la mayor parte de los fenómenos característicos de ésta no se restringen al marco de una determinada lengua histórica, sino que parecen usarse globalmente, como es el caso del abundante empleo de abreviaturas (véase, p. ej., el estudio del chat de diversión en lengua alemana de Beißwenger 2000). Hay que considerar que aunque dichos fenómenos parecen ser percibidos globalmente como un uso adecuado en dicho ámbito comunicativo por parte de sus usuarios, su realización idiomática depende de las características y tradiciones lingüísticas de la lengua histórica en la cual surge y a la cual refleja.

Aunque el chat de diversión entraña, en virtud de su carácter innovador, un singular potencial de cambio lingüístico independiente de la lengua en la cual se efectúa, su realización en lengua española es de especial interés porque, aparte de la realización por escrito de fenómenos propios de la conversación oral, contiene una fuerza unificadora de primera magnitud, dado que, intensifica el uso del vocabulario panhispánico y promueve la substitución de localismos. Debido a su frecuente uso por una parte considerable de los hispanohablantes tanto en España como en los países hispanoamericanos y a la fuerte influencia que genera sobre el español que transmite, el presente trabajo se propone discutir el posible impacto que podrían tener las peculiaridades del chat de diversión en el español contemporáneo y futuro en ambos lados del Atlántico. Ya que no resulta posible hacer una predicción sobre la modalidad que pueda tener dicho impacto sin antes describir el objeto de debate y considerar la dimensión de su uso, se ofrecerá a continuación una breve discusión acerca de su estado presente.



2 Adopción y uso del chat de diversión en España y Hispanoamérica

La dimensión y la frecuencia del uso del chat de diversión desempeña un papel crucial en el contexto del debate de su posible impacto en la lengua española, ya que condicionan la consolidación de determinados usos tanto a nivel de la tradición discursiva como la formación de su realización a nivel idiomático.




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Además, posibilita la transmisión de fenómenos pertenecientes al español allí empleado al conocimiento lingüístico pasivo y activo de los chateros y sienta así las bases para su uso en otros ámbitos comunicativos. Por ello es que en los apartados siguientes se ofrecerá un cuadro de la situación del uso del chat de diversión en España y Hispanoamérica a partir de los estudios "Marco general de los medios en España 2009" (AIMC 2009) y "Usos de Internet en Latinoamérica" (Tendencias Digitales 2008). Como la situación del uso actual del chat de diversión depende del uso del Internet (pues es la red el medio que lo hace posible y el espacio donde recluta a sus usuarios), se presentará también la situación del uso actual de este medio.


2.1 La situación de Internet y del chat de diversión en la España actual

De acuerdo con el estudio "Marco general de los medios en España 2009" (AIMC 2009), realizado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) en 2009 sobre la base de datos recogidos en 2008, 17.370.488 españoles usan Internet frecuentemente, lo que equivale al 45,4% de la población total9 (véase AIMC 2009) y al 1,2% de los usuarios de Internet globales (cifra relativa al número de usuarios de Internet globales indicado en el estudio realizado por Tendencias Digitales).


2.1.1 La adopción de Internet y la evolución de su uso en España (1996–2008)
El aumento de la importancia de Internet como medio de comunicación se explica por el considerable incremento del porcentaje de población que lo ha usado de forma regular en los últimos años. Cuando en 1996 sólo una mínima parte de los españoles se servía de Internet (1% o 382.609 habitantes), en 2008 lo usaba ya casi la mitad de la población (45,5%), con lo que España contaba con 17.408.749 usuarios habituales de Internet y el uso había aumentado un 450% (véase AIMC 2009). Considerando esa tendencia, es de suponer que la importancia de Internet se siga incrementando aún más en el futuro y, por lo tanto, también el impacto que puedan tener las formas comunicativas que ofrece y sus correspondientes géneros en la lengua española.




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2.1.2 El uso del chat de diversión en España en relación con las demás formas comunicativas y servicios proporcionados por Internet
El mero hecho de que casi la mitad de la población española use Internet habitualmente no permite, por sí solo, hacer suposiciones sobre la probabilidad de una repercusión sobre la lengua del español realizado en el chat de diversión. A la hora de hacer una predicción acerca de este impacto, resulta imprescindible tomar nota de la relación del chat con las demás tecnologías comunicativas y servicios que ofrece Internet: la mayor parte de los internautas españoles usa Internet para comunicarse por correo electrónico (87,6%) o por mensajería instantánea (46,1%). Además, el 54,6% de los usuarios españoles se sirven de Internet para el intercambio de archivos y el 18% para comunicarse mediante Webchat e Internet Relay Chat10. De uso minoritario son los grupos virtuales de discusión (8%) y la telefonía IP, tanto a ordenador (3,9%) como a teléfono convencional (1,5%)11 (véase AIMC 2009). El formato chat, si se incluye en esta categoría el servicio de mensajería instantánea12, fue utilizado por el 64,1% de los internautas y ocupa el segundo lugar en el ranking de los servicios más populares en España ofrecidos en Internet.

Aunque el estudio empleado parece haber investigado el uso de las formas comunicativas mencionadas anteriormente y no el de los diferentes géneros, parece más que probable que la cifra indicada en cuanto al chat se refiera al chat de diversión, ya que los servicios de chat oficiales e institucionales todavía son de poco uso en España. Por lo tanto, parece legítimo decir que fueron alrededor de 11.136.000 los usuarios españoles que entraron en contacto de manera regular con las particularidades lingüísticas características del chat de diversión.


2.2 La situación de Internet y del chat de diversión en la Latinoamérica actual

De acuerdo con el estudio "Usos de Internet en Latinoamérica", realizado por la empresa Tendencias Digitales entre mayo y junio 2008 en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, Latinoamérica cuenta con un número de aproximadamente 135 millones de usuarios de Internet (de estos, cerca de 100 millones de usuarios de habla nativa hispana). Desde un punto del visto global, América Latina aporta el 10% de los usuarios mundiales, con tendencia al alza, y el 7,5%, si se cuentan exclusivamente los usuarios de habla nativa hispana (véase Tendencias Digitales 2008).




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2.2.1 La adopción del Internet y evolución de su uso en Latinoamérica (2003–2010)
La importancia de Internet como medio de comunicación en Latinoamérica se hace evidente si se considera la tendencia al alza de su uso en los últimos años. Mientras en 2003 se pudo constatar que solamente un 9,9% de la población total de América Latina (aproximadamente 560 millones de habitantes en 2008) usaba Internet, en 2008 se alcanzó un 27,5% (lo que equivale a una cantidad de 135.840.248 usuarios habituales). Se espera que el uso de Internet en Latinoamérica, que ya ha experimentado un aumento de 278% en los últimos seis años, alcance en 2010 el 32,1%, es decir, que llegue a una cifra de 213.671.276 usuarios. Según el índice relativo de uso de Internet, el país con el mayor número de usuarios de Internet es Chile, seguido por Brasil y Puerto Rico. Los lugares cuarto, quinto y sexto los ocupan Argentina, Venezuela y Costa Rica, mientras que Uruguay y México están en la penúltima y última posición del ranking (véase Tendencias Digitales 2008).


2.2.2 El uso del chat de diversión en Latinoamérica en relación con las demás formas comunicativas y servicios proporcionados por Internet
Aunque los datos expuestos en la sección anterior demuestran que existe una considerable parte de la población de América Latina que hace uso de Internet, hay que tener en cuenta que este hecho no basta para atreverse a emitir un pronóstico acerca de la probabilidad de una repercusión del chat de diversión en las variedades de la lengua española empleadas en los países hispanófonos de Latinoamérica. Para entender el papel que el chat desempeña en la región, es imprescindible tomar nota de su uso en relación con las demás tecnologías comunicativas, servicios y actividades ofrecidos en Internet: la mayoría de los usuarios se sirven de Internet para leer, escribir y enviar correos electrónicos (85,5%), para la búsqueda de información (81,6%) y para interactuar con otros individuos mediante el chat (68,8%). En el segundo lugar de las actividades y servicios usados en Internet aparecen la descarga de datos (57,1%), el visionado de vídeos (53,1%) y la visita de redes sociales (52,1%). Una parte menor, pero significativa, de los usuarios utilizan Internet para realizar actividades tales como la lectura de noticias (34,5%), la efectuación de operaciones bancarias (34,2%), la compra de productos y servicios (33,5%) y la realización de cursos o estudios (32,2%). Así, el chat ocupa el tercer lugar en el ranking de los servicios comunicativos y actividades ofrecidos en Internet (véase Tendencias Digitales 2008).

En analogía con el estudio del uso del chat en España realizado por AIMC (véase sección 2.2.1.2), parece legítimo suponer que la cifra indicada en cuanto al uso del chat en los países latinoamericanos se refiere al chat de diversión, ya que los servicios chat oficiales e institucionales tampoco están, por el momento, muy extendidos en la región.




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Por consiguiente, el chat de diversión fue usado en 2008 por 92.880.000 usuarios latinoamericanos (de estos, 68.800.000 usuarios de habla nativa hispana), los que han entrado asimismo en contacto con sus peculiaridades lingüísticas.



3 ¿Se está formando una tradición española de la realización de la forma discursiva chat de diversión?

Como queda aclarado en las páginas anteriores, no sólo Internet sino también el chat de diversión se usan tanto en España como en Latinoamérica por una parte considerable de la respectiva población (64,1% o 11.136.000 usuarios españoles y 68,8% o 68.800.000 usuarios hispanohablantes latinoamericanos). Sin embargo, el mero hecho de que una notable parte de los hispanohablantes chatee regularmente no significa de por sí que ello altere sus hábitos lingüísticos. Hay que tener en cuenta que una repercusión de las particularidades del "español de los chats de diversión" en los conocimientos lingüísticos pasivos y activos de los usuarios sólo es posible en caso de que exista – o se esté desarrollando – una modalidad de expresión principalmente uniforme y percibida como adecuada en este ámbito comunicativo13. Ahora bien, resulta probable que, en efecto, esté tomando forma la tradición idiomática de realización de la tradición discursiva. Un examen de la modalidad del lenguaje empleado en los diferentes servicios de chat de diversión (basados en distintos programas) permite comprobar que éste se caracteriza por una serie de fenómenos idénticos, o muy parecidos, independientemente de su orientación y del grupo destinatario de usuarios, sean éstos españoles, hispanoamericanos o ambos. A la hora de observar el chat de diversión en lengua española es imprescindible tener en cuenta que el uso de sus particularidades no se limita sólo a éste, puesto que las mismas se emplean también en los mensajes de móvil privados y en los correos electrónicos privados. Debido a la mutua influencia del español que se realiza en dichos servicios, parece aún más probable que esta tradición idiomática se consolide y perdure, puesto que los usuarios se ven envueltos en una gran casuística de fenómenos con mayor frecuencia y en diferentes ámbitos de su vida social. Es de suponer que, a causa de este triple uso, algunas de las características del chat de diversión en lengua española aumentarán su alcance, es decir, que llegarán a ser realizadas y con el tiempo, a ser consideradas adecuadas, en otros ámbitos comunicativos marcados por privacidad.




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4 Las características del chat de diversión en lengua española

Una vez que se ha mostrado que puede suponerse la existencia – al menos en estado de formación – de una tradición idiomática de la realización del chat de diversión y que la misma está marcada por determinadas características, resulta necesario exponer algunas de sus particularidades más notables. Puesto que el chat de diversión en lengua española presenta una abundante cantidad de peculiaridades lingüísticas y semióticas que se consideran típicas de la inmediatez comunicativa14, la siguiente exposición se centrará en algunos fenómenos selectos que destacan por su carácter innovador y son considerados como componentes esenciales, es decir, aspectos constitutivos y usuales de dicho registro. Se debe tener en cuenta que esas particularidades surgen en muchos casos no de forma aislada, sino más bien en combinación unas con otras.

Ya que muchos de estos fenómenos se deben, en principio, a las condiciones de la tecnología chat – o mejor dicho, a su configuración mediante el programa empleado y las preferencias del servicio de chat de diversión en cuestión – se mostrará una captura de pantalla para facilitar su comprensión. Ello tiene por fin solamente servir de ejemplo de la constitución de una sala de chat; tanto el formato como el modo de visualización gráfica pueden variar en dependencia del respectivo programa. El ejemplo empleado lleva el título "Andalucía" y se extrajo del servicio "Lycos Chat"15, un chat de diversión en formato Webchat16, que cuenta actualmente con el mayor número de usuarios en España y es de gran uso en Hispanoamérica.





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Se compone de cuatro partes: una ventana gris en la que se visualiza la comunicación. A su izquierda se ofrece al usuario una ventana negra que le posibilita una vista general sobre los chateros que se encuentran en línea en ese momento. Es allí donde se indica, además, el sexo de los participantes mediante vigas azules (varones) o rojas (mujeres) y su estatus de participación en la comunicación. Así, los usuarios que no hayan hecho una participación durante un determinado espacio de tiempo se marcan como ausentes con una burbuja que lleva la letra "z", en imitación del sonido producido al roncar. Debajo se sitúa el menú de navegación que permite la realización de diferentes funciones adicionales como, p. ej., el cambio de sala. La línea de producción de texto se encuentra, por último, junto a un desplegable de acciones (que ofrece, entre otras cosas, una selección de emoticonos para la imitación virtual de fenómenos no verbales y paraverbales) al final de pantalla.


4.1 El uso de abreviaturas

Las abreviaturas son, sin duda por su abundancia, una de las particularidades más llamativas del chat de diversión en lengua española. Surgieron inicialmente debido a los condicionamientos técnicos del servicio y encontraron su justificación en la velocidad de la comunicación. Dado que no sólo se aplican a comunicaciones de cierta longitud, sino que se usan igualmente en comunicaciones de menor extensión, es de suponer que hoy en día deben de entenderse como características constitutivas, que indican la pertenencia de sus usuarios al ámbito del chat de diversión y al ámbito virtual en general. Hay que tener en cuenta que las abreviaturas se realizan de manera diferente: substituyendo dos o más letras por otra, o bien suprimiendo desde una letra hasta partes enteras del lexema.

Dentro de la enorme cantidad de abreviaturas usuales en el chat de diversión en lengua española se destacan:

  • la supresión de vocales sobre todo de la e (p. ej., la realización de tengo o beso como tngo y bso)

  • la substitución de la sílaba ca por la letra k y de las sílabas gu y bue por w (p. ej. kriño, wapa, wenas en vez de cariño, guapa, buenas)

  • la substitución de que por k tanto en el caso del pronombre relativo como en secuencias de palabra (p. ej. k en vez de que o aunk por aunque)

  • la realización de la grafía ch por x (p. ej. muxos por muchos o xat en vez de chat)




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  • la reducción de términos a su mínima expresión formal, aplicando la mayor cantidad de substituciones de sílabas que sea posible (p. ej. el uso de kdd en vez de quedada o xas por muchas)

  • la reducción a acrónimos de frases de uso habitual, dando lugar a lexemas propios del chat (p. ej. ntc en vez de no te creas)

  • por último, la substitución de letras o palabras por símbolos alfanuméricos (p. ej. + o - en vez de más o menos o = por igual) (véase Loos 2010: 213 y sigs., Morala 2001: 4 y sigs. y Pano 2008: 106y sigs.) 17.


4.2 La imitación de la pronunciación de las conversaciones cara a cara coloquiales

Aparte de su innovación en materia de abreviaciones, el español del chat de diversión se caracteriza por la reproducción escrita de la pronunciación de las conversaciones orales, coloquiales y presenciales. Pese a su carácter reductivo, resulta conveniente no clasificar dichos fenómenos como abreviaturas, puesto que la reproducción escrita del sonido (imitando cierto rasgo coloquial del enunciado) predomina sobre la mera reducción. Además, conviene considerar que la imitación de lo coloquial no se limita a dicha reproducción, sino que el español del chat presenta en general una gran cantidad de rasgos propios del español coloquial, debido a una similar orientación comunicativa de ambos, es decir, su uso en el ámbito de la comunicación privada sin fijación temática predominante. Aparte de los fenómenos a continuación descritos, se destacan el uso de la sintaxis paratáctica propia del lenguaje hablado, el uso de lexemas pertenecientes a las variedades coloquiales, la imitación de rasgos paraverbales y no verbales mediante alteraciones del código, el empleo de onomatopeyas e interjecciones y el uso de emoticonos. Por existir innumerables formas de imitación escrita de la pronunciación de las conversaciones cara a cara se presentarán algunos ejemplos:

  • la supresión de final de palabra (p. ej. en na por nada y to por todo)

  • la supresión de inicio de palabra (p. ej. nas en vez de buenas)

  • la omisión de la d intervocálica, a veces en combinación con substituciones o reducciones de sílaba (p. ej. tomao en vez de tomado o cansa por cansada)




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  • la aféresis de e delante de s y la eliminación de la vocal cuando se combina con b, c, d o t (p. ej. como t yamas en vez de cómo te llamas o stoy viviendo en irlanda en vez de estoy viviendo en Irlanda)

  • la realización de la lateral palatal [λ], tradicionalmente representada por en lo escrito por y, reflejando la confusión con la fricativa palatal sonora propia del lenguaje hablado, denominada también yeísmo (p. ej. yamame o ymm por llámame) (véase Loos 2010: 221 y sigs., Pano 2008: 88 y sigs., Mayans i Planells 2002b: 61 y sigs., Morala 2001: 4 y sigs. y Sanmartín Sáez 2007: 22 y sigs.).


4.3 Alteraciones del código ortográfico

Además de una tendencia general a la omisión del acento ortográfico, el chat de diversión en lengua española se caracteriza por una amplia tolerancia hacia otras distorsiones ortográficas que, muchas veces pero no siempre, se deben a la gran velocidad de la comunicación. En este contexto hay que distinguir los errores involuntarios, debidos a cierto descuido o falta de competencia lingüística, de las alteraciones ortográficas empleadas a propósito con el fin de imitar lo prosódico (como p. ej. la reiteración de letras como en stoy cansaaaaaa) (véase Mayans i Planells 2002b: 81y sigs.). Estas reiteraciones pueden representar tanto alargamientos vocálicos como consonánticos y suelen conllevar una función fática, pues expresan un determinado estado del ánimo (véase Pano 2008: 111). Parecen representar el polo opuesto de las abreviaturas que inicialmente se debieron, en la mayoría de los casos, a cierta economía gráfica. Mediante las reiteraciones, por el contrario, la palabra se alarga a pesar de la elevada velocidad de la comunicación (véase Morala 2001: 6 y sig.). El efecto contradictorio de ambos fenómenos permite extraer como conclusión que las peculiaridades del chat de diversión no se deben de manera exclusiva a las condiciones técnicas de la forma comunicativa, sino que puede pensarse que, en efecto, se está formando una tradición idiomática de la realización de dicha tradición discursiva.

Aparte de dichas acumulaciones de letras, el español del chat de diversión presenta un sinfín de posibilidades para expresar por escrito fenómenos no verbales y paraverbales, inicialmente privativos de la comunicación presencial. Llaman la atención, p. ej., el uso de mayúsculas que equivale a gritar al interlocutor (véase Morala 2001: 7), y la reiteración de signos de puntuación. Aunque estos pueden usarse también con el fin de estructurar el enunciado (véase Loos 2010: 216 y sigs.), se emplean de manera distinta a la mayoría de los textos escritos y adquieren un significado meramente paraverbal. Al asumir una función prosódica acentuada, permiten la imitación de mecanismos de entonación y llegan a representar, entre otras cosas, la elevación de la voz en una frase interrogativa (como en el caso de ¿y esooo???) o la pausa entre dos partes de la frase (p. ej. se van to2...no qda ning1...) (véase Pano 2008: 110).




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4.4 El uso de onomatopeyas e interjecciones

El uso de onomatopeyas, que en la mayoría de los casos se presentan de forma acumulada y en combinación con la reiteración de una o más de sus letras, se atribuye al universo de los comics. A pesar de existir una amplia gama de esas reproducciones de sonidos por escrito (como la imitación del llanto por buaa buaa o la indicación de aburrimiento mediante la reproducción del ronquido por zzzzzzz) destacan las representaciones gráficas de la risa (p. ej. jejejeje o jajajaja) debido a su abundante uso (véase Pano 2008: 111 y Morala 2001: 7 y sig.). La reproducción escrita de las interjecciones, tanto lexicalizadas (p. ej. ajá) como primarias (como el uso de mmmm para la indicación de asentimiento o duda, o de uouoo para imitar sonidos de asombro), se usa en el español del chat de diversión, al igual que en las conversaciones orales, para indicar la actitud del emisor hacia lo dicho y/o para estructurar el enunciado18.


4.5 La imitación de fenómenos paraverbales y no verbales mediante el empleo de emoticonos

Los fenómenos paraverbales y no verbales se manifiestan en el chat de diversión en lengua española, aparte de por las peculiaridades ya descritas, mediante el uso de emoticonos, palabra que figura ya tanto en el Diccionario de la Lengua Española como en el Diccionario panhispánico de dudas.

Estos iconos se definen como representaciones gráficas de uso convencional y cotidiano en el chat de diversión, que figuran estados de ánimo, rasgos físicos y todo lo que pueda expresarse mediante un código de símbolos (véase Mayans i Planells 2002b: 62 y sigs. y Rocha Silva 2004: 131). Dependiendo de su modo de realización gráfica, se distinguen dos tipos de emoticonos: los pictográficos, que a veces son incluso animados, y los emoticonos simples, que consisten en combinaciones de letras y/o símbolos del teclado (como :-D para expresar una cara riendo de oreja a oreja) (véase Rocha Silva 2004: 131 y Torres i Vilatarsana 2001). Puesto que no se trata de signos verbales y ello, por tanto, no podría repercutir en la lengua, no se detallarán en lo sucesivo sus formas de uso o funciones pragmáticas19.




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4.6 El uso de dialectalismos y panhispanismos

A pesar de presentar el chat de diversión en lengua española un sinfín de peculiaridades de origen coloquial, el empleo de regionalismos y dialectalismos parece ser escaso, lo que da paso a un mayor uso del vocabulario panhispánico. Tómese como ejemplo el estudio de Lycos Chat, realizado por Loos, en el cual se analiza la comunicación realizada en trece salas que fueron marcadas geográficamente en correspondencia con la mayor parte de las comunidades autónomas de España20. Contando con un corpus de un volumen de 104.295 palabras, sólo se detectaron 64 fenómenos correspondientes al ámbito dialectal y 289 palabras pertenecientes a lenguas co-oficiales. Por ser la gran parte de estas particularidades realizada por unos pocos usuarios deben considerarse más bien como tendencia del uso lingüístico aunque llama la atención que dichos fenómenos parecen emplearse en la mayoría de los casos para indicar sobre todo la pertenencia de los interlocutores a un determinado grupo lingüístico. La función de asignar dicha identidad lingüística parece predominar en muchos casos sobre la información que se está transmitiendo en el respectivo enunciado (véase Loos 2010: 230 y sigs.).

A pesar de estar basado este estudio en datos recogidos en unas salas pertenecientes al ámbito del intercambio virtual de España, parece legítimo sacar conclusiones en cuanto a la difusión de dichos fenómenos en el chat de diversión en lengua española en general. Porque, aparte del predomino de las peculiaridades lingüísticas propias en el lenguaje allí empleado, es más que probable que una intensificación del uso del vocabulario panhispánico, comprensible para todos los interlocutores, se presente en mayor grado aún en los chats de diversión en lengua española de uso internacional. Hay que tener en cuenta que, al ser el chat de diversión proporcionado por Internet, es además muy posible que la promoción del uso del vocabulario panhispánico que se da en este medio en general repercuta en él21.



5 Conclusión: El español del chat de diversión y su posible repercusión en el español actual y futuro

Parece ser muy probable que las particularidades lingüísticas del chat de diversión a ambos lados del Atlántico repercutan en la lengua española, ya que se está estableciendo una tradición idiomática de la realización de dicha tradición discursiva, que alcanza a un número considerable de hispanohablantes.




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Hecho éste que se debe tanto al notable y continuo incremento en el uso de Internet en España e Hispanoamérica como a la popularidad del chat de diversión en su función de instrumento de comunicación. Fue dicha dimensión de su uso la que sentó las bases para la formación de una modalidad de expresión principalmente uniforme y percibida como adecuada en este ámbito comunicativo. Suponiendo que ésta perdure, el español realizado en el chat diversión podrá llegar a influir sobre el español general actual y futuro de una manera doble. Esto significa, que muy probablemente favorecerá, por una parte, un mayor uso del vocabulario panhispánico en otros ámbitos de la comunicación privada; aspecto que se debe a su tendencia a suprimir el uso de regionalismos y a promover panhispanismos de Internet en general.

Al contrario de esta tendencia – que podría muy probablemente alterar los hábitos lingüísticos de los usuarios, contribuyendo a un mayor uso del vocabulario panhispánico general, independientemente del ámbito comunicativo –, la posible modernización lingüística generada por el chat de diversión en lengua española parece quedar limitada exclusivamente al ámbito de la comunicación privada y escrita. Destaca en este contexto el hecho de que muchos de los fenómenos propios del chat de diversión en lengua española se usan también en el lenguaje de los mensajes de texto de móviles privados, los sms (p. ej. el uso de determinadas abreviaturas). Por otra parte, esta modalidad, al ser realizada, aunque en menor grado, en los mensajes de correo electrónico privados, ejerce una influencia trimedial sobre la competencia lingüística de una gran parte de los hispanohablantes. Parecen traer consigo una connotación de juventud y modernidad, en la medida en que indican cierta pertenencia de sus usuarios al mundo virtual, lo que podría llegar a intensificar su uso e impacto, y favorecer a la vez la promoción del vocabulario panhispánico.

Por último, hay que hacer hincapié en que sólo será posible identificar la influencia concreta del español del chat de diversión en la lengua española, tanto respecto a su dimensión como en cuanto a su naturaleza, si se realizan varios estudios del español del chat a partir de una amplia gama de chats de diversión españoles, hispanoamericanos e internacionales basados en programas diferentes. Por lo demás, estas investigaciones habrían de acompañarse de un número suficiente de encuestas que tendrían que verificar la relación de los usuarios con el español del chat y el uso de sus particularidades, tanto dentro de la forma comunicativa como fuera de ella.




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Bibliografía

Monografías y volúmenes colectivos

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Notas

1 En el presente artículo, medio se refiere a los aparatos técnicos mediante los cuales se producen, se guardan y se transmiten signos que pueden ser tanto verbales como no verbales (véase Holly 1997: 64 y sigs.). Medio, por consiguiente, no equivale al concepto empleado por Koch/Oesterreicher que designa la modalidad de la realización del lenguaje en forma del código gráfico o fónico (véase Koch/Oesterreicher 2007a: 20 y sigs.).

2 En vistas a un empleo coherente del término medio en el contexto del análisis de la comunicación mediada por ordenador resulta importante distinguir entre Internet como el medio de difusión y el ordenador como el medio de producción y/o recepción.

3 No hay que perder de vista que Internet, al ser un medio de comunicación multimedia, ofrece varias formas comunicativas, entendidas como construcciones comunicativas abarcadas por un medio de comunicación y determinadas por las condiciones técnicas del mismo (véase Schmitz 2004: 57). Éstas se realizan sobre la base de una misma tecnología (véase Beißwenger 2007: 25 y sigs.) y exhiben los rasgos constitutivos determinación del sistema de signos, dirección de la comunicación, número de interlocutores, dimensión temporal y dimensión espacial. Agrupan a su vez uno o varios géneros comunicativos − es decir, que, p. ej., la forma comunicativa "correo electrónico" engloba, entre otros, los géneros comunicativos "carta de amor electrónica" y "confirmación de pedido electrónico" – guiando la organización del intercambio verbal y las características del lenguaje allí realizado (véase Dürscheid 2005). No obstante, la modalidad del enunciado depende, en última instancia, del respectivo género comunicativo (Loos 2009: 88 y sigs.). Aunque el concepto del género comunicativo goza de gran aceptación en la investigación lingüística de la comunicación mediada por ordenador hay que tener en cuenta que no surgió en este ámbito, sino que fue acuñado por Luckmann. Se define como un patrón de acción establecido y formalizado socialmente que se especifica por el contexto histórico y cultural en el cual surge (véase Luckmann 1986: 201 y sigs.) y enfoca, al contrario del termino tipo de texto, la dimensión dialógica de la comunicación (véase Dürscheid 2005). No obstante que el término original se refiere a las tareas comunicativas de una sociedad, su empleo en la lingüística mediática no está relacionado con una comunidad lingüística determinada, y, por lo tanto, parece legítimo usarlo en el contexto del concepto de las tradiciones discursivas, es decir, de las comunidades discursivas.

4 Por chat de diversión, se entienden los servicios de chat dirigidos al mero divertimento de sus usuarios.

5 Cada vez más empresas internacionales ofrecen en sus páginas web un servicio de atención virtual al cliente a través de un sistema de chat, por ser una manera económica y rápida de atender las consultas, como, p ej., Hewlett-Packard, una empresa estadounidense especializada en productos tecnológicos (véase página web "Edición Profesional del HP Instant Support", http://h50203.www5.hp.com/hpisweb/customer/HPInstantsupport.aspx?&cc=es&lang=es (16 noviembre 2008). Hay que tener en cuenta que, por la escasez de estudios acerca de los usos lingüísticos en los servicios chat oficiales e institucionales, es difícil hacer predicciones sobre la modalidad lingüística allí realizada, aunque parece probable que muestren un uso reducido (o incluso nulo) de los fenómenos hoy típicos de los chats de diversión (véase Loos 2010: 44 y sigs.).

6 Aunque parece ser un hecho reconocido que las normas discursivas corresponden al saber comunicar adecuadamente – es decir, al saber expresivo, según Coseriu – y que las normas idiomáticas corresponden al saber producir un texto correctamente de acuerdo con las normas de la lengua empleada – es decir, a lo que Coseriu denomina "saber idiomático" – (véase Wilhelm 2003: 230), todavía se discute tanto su estatus en cuanto a los tres niveles del lenguaje como la modalidad de su relación.




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Así, Koch define las tradiciones discursivas como "[...] historisch gewordene Traditionen bzw. Techniken der Gestaltung von Diskursen. Sie sind übereinzelsprachlich also nicht an eine Sprachgemeinschaft gebunden, sondern an kulturelle Gruppen, die sich aufgrund künstlerischer, wirtschaftlicher, politischer u. a. Gesichtspunkte konstituieren" (Koch 1987: 33). Ello no obstante, Koch sitúa las normas discursivas a nivel histórico-idiomático, ampliando el modelo de Coseriu. En el correspondiente diagrama, las coloca por debajo de la normas idiomáticas y describe su relación como más bien "transversal" (véase Koch 1997: 45 y sigs). Weidenbusch, en cambio, propone ubicar las tradiciones discursivas por encima de la lengua histórica, puesto que las considera históricas, pero con valor supraidiomático: "[m]ein Vorschlag wäre die Diskurstraditionen über die Einzelsprachen zu setzen, da sie war nicht universell sind, sondern historisch, aber doch übereinzelsprachliche Gültigkeit besitzen, weshalb sie einen Übergang vom universellen Sprechen über das Übereinzelsprachliche zur Einzelsprache bilden" (Weidenbusch 2002: 21). Lebsanft, por último, llama la atención sobre la problemática de la equiparación de las tradiciones idiomáticas y las tradiciones discursivas implicada en la propuesta de Koch, ya que la comunidad lingüística no equivale a la comunidad discursiva (véase Lebsanft 2006: 532). Aboga, entonces, por una reorientación hacia el modelo coseriuano, que ya de por sí sitúa las normas discursivas en el nivel individual, y, por lo tanto, no necesita modificación: "[d]as 'Individuelle' beruht darauf, dass auf dieser Ebene als Tätigkeit des Sprechens der 'Diskurs', als Produkt der 'Text' entsteht. Das impliziert, dass ein entsprechendes 'expressives' oder 'textbezogenes' Wissen vorhanden ist, das selbstverständlich mit anderen geteilt wird. Coseriu [...] nennt hier ein Wissen gerade in Bezug auf Textgattungen oder -sorten. Das, was an individuellen 'Diskursen' 'traditionell' ist, macht also – in Kochs Diktion – die 'Diskurstraditionen' aus, und besteht aus nichts anderem als der Gesamtheit der 'Normen' und 'Regeln', die deren Gestaltung zugrunde liegen" (Lebsanft 2005: 32).

7 No obstante, tanto las tradiciones discursivas como las correspondientes convenciones de su realización a nivel histórico-idiomático se establecen con el transcurso del tiempo y no son entidades fijas sino constituyen "historisch gewachsen[e] und immer wandelbar[e] Regelkomplex[e], die sozial verankert sind und das sprachlich-kommunikative Handeln steuern" (Wilhelm 2003: 232).

8 El término de la cuasi-sincronía (Quasi-Synchronität) fue creado por Dürscheid y designa la discrepancia temporal entre la producción y la recepción de la comunicación en el chat. Da cuenta del hecho de que el emisor y receptor están realizando sus actividades en diferentes partes situacionales (véase Dürscheid 2003: 38 y sigs.), y equivale a la distinción entre sincronía y simultaneidad propuesta por Beißwenger (véase Beißwenger 2008: 4 y sigs.). La consideración de dicha dimensión temporal es de máxima importancia en el contexto del análisis lingüístico del chat, ya que los chateros, al contrario de los hablantes de una conversación cara a cara, producen los enunciados nuevos de manera asincrónica en cuanto al proceso interaccional. Por lo tanto, equivalen, a pesar de su presencia virtual simultánea, más bien a los conceptos de emisor y receptor de la comunicación asincrónica y no a los de hablante y oyente (véase Beißwenger 2005: 78 y sigs y García/Jacobs 1999: 346 y sigs).

9 Dicho estudio parte de una población total de 38.260.986, cifra que se diferencia de la indicación del Instituto Nacional de Estadística que supone una población de 46.157.822 (Cifras de población al 01/01/2008 Real Decreto 2124/2008 del 26 de diciembre). Puesto que ambas instituciones señalan un grado de uso muy parecido (45,4% en AIMC y 44% en el estudio "Nuevas tecnologías de la información y la comunicación" realizado por INE), parece legítimo recurrir al estudio realizado por AIMC a pesar del total de población allí indicado.

10 Para más información acerca de Internet Relay Chat, véase Mayans i Planells 2002a, Pano 2008 y Loos 2010. Para una descripción del funcionamiento del Webchat y de la modalidad de la repercusión de sus peculiaridades técnicas a nivel lingüístico, véase Loos 2010.




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11 El estudio comprende el uso de servicios de Internet utilizados en 2008 durante el mes anterior a la encuesta. Aunque figura en el estudio, no se ha tomado en cuenta el uso del world wide web, puesto que no se trata de un servicio o una forma comunicativa en sentido específico, sino de un sistema de hipertextos. Tampoco se consideró el aspecto "otros usos", por ser demasiado general.

12 Servicios chat de este tipo, como, p. ej., MSN o ICQ, forman parte de sistemas de mensajería instantánea que, además abarcan otros servicios comunicativos como foros o blogs (véase Schneider/Sperling/Schell 2005: 15 y sigs.). Aunque por su realización técnica y gráfica se parecen a chats en formato Webchat o Internet Relay Chat, debe señalarse el hecho de que suelen usarse para la comunicación entre dos usuarios que se conocen previamente fuera del ámbito virtual (véase Dürscheid 2003: 38 y sigs. y Dürscheid 2005). Para los diferentes efectos que ejercen los programas del tipo mensajería instantánea, Webchat e Internet Relay Chat en la comunicación y, por consiguiente, en el lenguaje allí realizado, véase Loos 2010.

13 Para la justificación de la clasificación del chat de diversión como tradición discursiva y la relación entre forma discursiva y la tradición de su realización a nivel idiomático, véase sección 1.

14 Para la distinción entre inmediatez comunicativa y distancia comunicativa y su relación con la oralidad y escrituralidad, véase Koch/Oesterreicher 2007a. Para la clasificación de la comunicación en el chat de diversión como inmediatez comunicativa a base de una teoría de inmediatez y distancia comunicativa propia, véase Ágel/Hennig 2007. Para una reflexión crítica de ambas teorías, véase Loos 2010.

15 Para una descripción del servicio Lycos Chat, véase sección 4.6.

16 Para más información en cuanto al programa Webchat en contraste con otros formatos de chat, véase Döring 2003 y Loos 2010.

17 Dentro de las substituciones de letras por símbolos destaca el uso de @ que reemplaza a la letra a que, aparte de no reducir la palabra, se emplea sobre todo para indicar la pertenencia del usuario al mundo digital sirviéndose del carácter novedoso del signo (véase Morala 2001: 9f).

18 Para la discusión crítica de la aplicación del concepto de la interjección en el chat de diversión, véase Loos 2010.

19 Sin embargo, el empleo de emoticonos es de mayor interés sobre todo en cuanto a la adscripción del chat de diversión a la oralidad o a la escritura, ya que no se pueden reoralizar. Además, son de especial interés en este contexto los emoticonos formados exclusivamente por la combinación de letras (como xD para la imitación de una carcajada) ya que estas pierden su valor de grafema al ser usadas de forma despegada de su función tradicional, que consiste en reproducir un determinado sonido por escrito. Por lo tanto, las letras empleadas en dichos emoticonos pierden el valor arbitrario propio de los signos lingüísticos y adquieren, al desprenderse de la relación fonema-grafema, un mero valor icónico que se limita al retrato de rasgos faciales (véase Loos 2010: 266 y sigs).




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20 En cuanto a la recogida de datos, se investigaron salas de chat correspondientes a las siguientes comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Ceuta, Melilla, Extremadura, Galicia, Islas Baleares, Islas Canarias, la Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Valencia. Por ser visitados por un menor número de personas, no se tomaron datos de las salas de Ceuta y Melilla, de Isleños (término que equivale a la comunidad autónoma de las Islas Baleares), la Rioja y Navarra, ya que no son representativos de la comunicación en el Webchat, que se caracteriza por el intercambio de un mayor número de interlocutores.

21 Acerca de la difusión del vocabulario panhispánico en Internet, véase López Morales 2006–2007: 479 y sigs. y sus indicaciones en el artículo "Nace el español de Internet" en El País 2002.