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Raúl Sánchez Prieto (Salamanca/España)



La coloquialidad como distinción contrastiva de los tiempos verbales españoles y alemanes



Colloquiality as a contrastive distinction in Spanish-German verbal tense comparison
The present article examines the distinctive importance of the grammatical feature "colloquiality" when comparing Spanish and German verbal tense. After a short introduction to the concept of colloquiality in grammar we arouse the question if colloquiality should be considered as a descriptive criterion in Spanish-German contrastive tense analyses. The necessity of including colloquiality is illustrated with numerous examples from five tense uses: the praesens de conatu, the preterite referring to past actions ant events, the descriptive imperfect, the imperfect with a present meaning and the modal pluperfect. We conclude pointing out that the colloquial implications of tense use should be considered alongside temporal, aspectual and other paremeters in Spanish-German verbal tense comparison.



1 El concepto de coloquialidad

El concepto de coloquialidad está estrechamente unido a la definición de funcionalidad en la lengua: las funciones que desempeña toda lengua viva son muy diversas aún teniendo todas ellas por fin último la comunicación. Tomando en cuenta la investigación de diferentes autores, las divergencias que separan esas funciones comunicativas pueden resultar hasta de cuatro tipos: diatópicas, diastráticas, diafásicas (Staib 1980: 84, Coseriu 1976) e individuales (Moreno Cabrera 1991: 46–48). Las diferencias diastráticas conciernen el uso que cada ámbito o clase social hace de una misma lengua. Por diferencias diafásicas se entienden las diversas variedades lingüísticas que se usan en diversas situaciones sociales. Dos de estos cuatro tipos de divergencias, la diastratía y la diafasía, podrían ser aplicadas al tiempo verbal. En el caso de la diastratía, la variación lingüística sociolectal referente a los distintos niveles de habla relacionados con la formación cultural del hablante se observa en la utilización en español de ciertos tiempos verbales no comunes a lo que se podría denominar un registro diastrático neutro. De esta manera, en la jerga jurídica es común el futuro de subjuntivo, prácticamente desaparecido del resto de variantes diastráticas del español.




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La diafasía, es decir, la variación lingüística determinada por el contexto de uso de los diferentes registros (formal e informal) de la lengua, también puede estar entrelazada y ser interdependiente del tiempo verbal, como es fácilmente comprobable al analizar los usos del Perfekt y del Präteritum alemanes: el uso del Perfekt es mucho más común en un registro informal (Schlegel 2004: 136), tanto en el sur como el norte del dominio lingüístico.

Partimos de la suposición de que el hecho de que una forma verbal temporal se utilice en un contexto formal o en uno informal, esto es, coloquial, puede ayudar a determinar la razón del uso de una forma concreta. Por lo tanto, la coloquialidad como criterio secundario descriptivo de la temporalidad es de carácter pragmático-comunicativo y se refiere al uso de una u otra variante significativa para expresar un mismo contenido temporal dependiendo de las diferencias diafásicas (o diastráticas) presentes en el contexto.

Este criterio se basa en la distinción que lleva a cabo la lingüística del texto y la estilística a partir de los años 60 entre lengua hablada – coloquial – y lengua escrita – formal –. La lengua hablada es, según Schank/Schoental (1976: 7), "frei formuliertes, spontanes Sprechen aus nicht gestellten, natürlichen Kommunikationssituationen, Sprache also im Sinne von Sprachverwendung, nicht von Sprachsystem". La aparición de la lengua hablada puede provocar diferencias de uso entre las categorías gramaticales, ya que, como afirma Barbara Sandig (1976: 99), "viele grammatische Regeln spontanen Sprechens scheinen konventionell an bestimmte Typen sprachlichen Handelns gebunden zu sein", y las reglas descritas en los estudios al uso suelen referirse casi exclusivamente a la lengua escrita.



2 Relación entre tiempo verbal y coloquialidad

2.1 ¿Debe considerarse la coloquialidad en el análisis temporal?

Por lo que respecta al tiempo verbal, los teóricos de la "Textlinguistik" adoptan dos posiciones. Unos no ven diferencias temporales que respondan a la coloquialidad. Entre ellos se encuentran Steger (1967: 206), quien habla de un "prinzipiell gleiches System" en la temporalidad de enunciados hablados y escritos, y Engel (1974: 199). Otros autores, por el contrario, apuntan que las diferencias en la coloquialidad pueden conducir a un uso divergente de las formas temporales en la lengua formal e informal.




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De esta manera, Wolfgang Menzel (1980: 12) afirma que la elección de las formas temporales no depende de ninguna forma exclusivamente del período de tiempo sobre el que se escribe, sino que también del texto mismo, de su estructura y de su estilo. Es el criterio de la "situationality" de Beaugrande/Dressler (1981: 3 y sig.), también defendido por otros autores como Alexandra Álvarez (1996).

Bartsch (1985: 12) apunta que la lengua hablada no está sujeta a la normalización de la escrita, y Mathilde Hennig (2000: 5), basándose en la definición de Bartsch y en otra de Klein (1985: 9 y sig.), concluye que "die prinzipiellen Unterschiede zwischen gesprochener und geschriebener Sprache (...) als Grund für die Unterschiede im Tempusgebrauch gesehen werden können", lo cual documenta mediante una muestra estadística. Schwitalla (1997: 19) pone como ejemplo más claro de estas diferencias al "Superperfekt" o Perfekt II de la Vorvergangenheit alemana (es decir, la forma "ich hatte gegessen gehabt" que indica una acción pasada anterior a otra pasada pluscuamperfectiva).

El criterio de la coloquialidad es reflejado cada vez más por los lingüistas y los gramáticos en la descripción de la temporalidad, sobre todo por los germanistas. Veamos cómo es aplicado por dos autores, un colectivo de redactores de una gramática de uso, Helbig/Buscha (2001: 129), y un autor teórico como Coseriu. Según los dos primeros autores:

Manche Tempusformen enthalten einen kommunikativ-pragmatischen Faktor, der die Sprechhaltung näher charakterisiert. Meistens handelt es sich um die normale Sprechhaltung der Umgangs- und Hochsprache [+ colloq], wie sie etwa als Sprechhaltung der normalen (d.h. nicht dichterisch oder stilistisch gefärbten) Mitteilung, Besprechung und Auseinandersetzung Verwendung findet.

Para Coseriu (1976: 28) las diferencias existentes en la estructura diafásica de la lengua "pueden concernir también la estructura gramatical", con lo cual se refiere a los posibles cambios de tiempo que conlleva el conferir a un enunciado carácter formal o informal.

A pesar de que existen ejemplos donde efectivamente la coloquialidad juega un papel importante, su influencia en la temporalidad raramente conlleva cambios en la estructura verbal, por lo que su aplicación a los enunciados objeto de análisis sólo puede limitada.

En trabajos de naturaleza contrastiva la coloquialidad puede jugar un papel decisivo a la hora de explicar las diferencias de uso de algunos tiempos verbales en los idiomas considerados.




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2.2 La coloquialidad como criterio descriptivo en la descripción temporal

Si se considera, como se pretende hacer aquí, la coloquialidad como criterio descriptivo secundario de las variantes de uso de los tiempos verbales, será necesario determinar los parámetros coloquiales que se deben aplicar.

Los usos temporales de los tiempos verbales son, en gran parte de los casos, ajenos a una posible distinción entre un enunciado formal (-coloq.) y otro informal (+coloq.). Se podría hablar en este caso de usos coloquialmente neutros o de una coloquialidad neutra: tales variantes de uso no se caracterizan ni por su formalidad ni por su coloquialidad, pudiendo aparecer tanto en contextos formales como informales, formales o informales.

De esta forma, en la oración mientras jugábamos al ajedrez, Juan llamó a la puerta, el imperfecto de la oración subordinada es coloquialmente neutro (coloq. neutr.). El uso del imperfecto no depende de una situación formal o informal, ya que es posible en contextos cultos, familiares o incluso vulgares, sino que depende más bien del aspecto verbal.

Ciertos usos temporales están marcados por un elevado grado de informalidad (o coloquialidad), como el tipo de presente referido al pasado que denominamos "presente escénico". Esta variante retrospectiva del presente español tiene como objetivo conferir un carácter coloquial a los enunciados pasados que, en circunstancias normales se expresarían en español mediante el indefinido o el imperfecto:

(1)   Ayer se me acerca un tipo cuando estaba (estoy) jugando al baloncesto y me dice que si quiero hacer con él una apuesta a ver quien mete más triples.

Este fragmento es claramente de referencia pasada (ayer). El uso del presente le confiere la coloquialidad que no tendría si un indefinido ocupara el lugar del presente:

(2)   Ayer se me acercó un tipo cuando estaba jugando al baloncesto y me dijo si quería hacer con él una apuesta a ver quien mete más triples.

El acercó de este último fragmento sería coloquialmente neutro, pues es el uso normal del indefinido. Para este tipo de informalidad reservamos el símbolo "+coloq".

El fenómeno contrario, es decir, la definición de una variante de uso de un tiempo verbal por medio de la formalidad ("-coloq.") también es posible:




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(3)   Ich sah heute zum ersten Mal Vizedirektor Müller.

En este caso, se trata de un ejemplo de registro formal, que aunque es típico de la lengua escrita también podría pertenecer a la lengua oral. La forma verbal sah es la que confiere al enunciado su carácter formal. Si se sustituye la forma de Präteritum por otra de Perfekt, el fragmento sigue siendo gramaticalmente correcto, pero pierde su formalidad:

(4)   Ich habe heute zum ersten Mal Vizedirektor Müller gesehen.

Esto se debe a que la formalidad es un atributo propio de los usos del indefinido alemán de referencia pasada. El uso del perfecto neutraliza la formalidad.

Por lo tanto, la coloquialidad es un criterio descriptivo de la temporalidad válido, ya que su aplicación permite distinguir usos formales de informales, y puede estructurarse en tres parámetros:

– enunciado formal (-coloq.)
– enunciado informal (+coloq.)
– enunciado coloquialmente neutro (coloq. neutr.)



3 El papel de la coloquialidad en la distinción contrastiva de los tiempos verbales del español y del alemán

Entre los criterios que se utilizan para llevar a cabo los escasos intentos de contraste gramatical entre el verbo español y el alemán (o entre el español y otras lenguas) apenas se hace referencia a la coloquialidad. De esta manera, tanto los profesores Cartagena / Gauger en su "Vergleichende Grammatik Spanisch–Deutsch" del año 1989, como los trabajos de Alberto Gil y Enrique Banús de 1991 ("Kommentierte Übersetzungen Deutsch–Spanisch") y de Gil/Preiss de 1998 ("Übungen zur vergleichenden Grammatik Deutsch–Spanisch") se basan ante todo en la temporalidad y el aspecto verbal. Estos dos criterios conforman, sin duda, la base de toda comparación temporal entre los dos idiomas. Únicamente Sánchez Prieto (2004: 61) y Andreu Castell (2001) en su "Gramática de la lengua alemana" hacen una corta referencia al papel de la coloquialidad en la descripción gramatical contrastiva del sistema temporal español y alemán.




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Creemos, no obstante, que la consideración de la coloquialidad como un criterio contrastivo más junto a la temporalidad, al aspecto verbal, al modo de acción y a la adverbialidad, entre otros, está justificada, pues existen ejemplos en los que la formalidad o la informalidad es un factor determinante para esclarecer las diferencias de uso de ambos idiomas.

Entre las variantes de significado de los tiempos verbales en las cuales se aprecian con mayor claridad divergencias coloquiales entre el español y alemán se encuentran el presente de conato, el indefinido retrospectivo, el perfecto de referencia presente, el imperfecto de referencia presente y el pluscuamperfecto modal. Con excepción del indefinido retrospectivo todos estos usos son "matizados" (Rodríguez-Vida 2000: 11) o "secundarios" (Porto Dapena 1989: 45 y sig.), es decir, tienen en común la no coincidencia con la temporalidad básica del tiempo verbal en cuestión. No obstante, todos ellos son usos temporales corrientes en las dos lenguas. Partiendo del uso temporal español se expondrá a continuación el carácter de algunas de estas diferencias en las cuales la coloquialidad juega un papel determinante.


El presente de conato
El presente de conato "hace referencia a una acción pasada que estuvo a punto de producirse, pero no se produjo" (Hernando Cuadrado 1994: 119). Es, por lo tanto, un presente utilizado en lugar de un pasado que contiene, debido a la no realización de la acción verbal, una fuerte carga modal. Por esta razón puede ser sustituido por un pluscuamperfecto de subjuntivo. El alemán no conoce el uso del presente en lugar del pasado con carga modal, por lo que el presente de conato español debe ser traducido por un Konjunktiv II (o conjuntivo II) al alemán:

(5)   He tenido una pleuresía y por poco me muero – He tenido una pleuresía y por poco me hubiera muerto.

(6)   Ich war an einer Rippenfellentzündung erkrankt und wäre beinahe gestorben.

Con esto se demuestra el carácter modal del presente del conato que se refleja en alemán, idioma en el cual es imposible referirse a enunciados pasados no realizados con el Präsens, pues para la irrealidad de efectuación de una acción en un punto temporal anterior al acto de habla en alemán se utiliza el Konjunktiv II. Nótese que en español el presente de conato conforma la variante informal del pluscuamperfecto de subjuntivo, mientras que en alemán el Konjunktiv II no da pie a una neutralización temporal, por lo que es coloquialmente neutro.




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Es decir, el presente de conato y el Konjunktiv II coinciden en la temporalidad (pasada), el aspecto verbal (perfectivo e imperfectivo), la adverbializad temporal (pasada), la narratividad (puede aparecer en contextos narrados y comentados), la diatopía y en la combinación de las perspectivas temporales, pero no en la coloquialidad, característica que se torna distintiva en la comparación bilingüe de este tipo de presente español: no equivale a un presente alemán, sino a un Konjunktiv II. La comparación del presente de conato en ambas lenguas podría resumirse mediante la siguiente tabla contrastiva:

a)    Aspecto verbal: esp. y al. indiferente

b)    Modo de acción verbal y oracional: esp. y al. indiferente

c)    Grado de coloquialidad: esp. presente informal – al. Konjunktiv II neutro

d)    Narratividad: esp. y al. indiferente

e)    Diatopía: esp. y al. estándar

f)    Modalidad: esp. presente componente modal verbal – al. Konjunktiv II componente modal verbal y modo Konjunktiv

g)    Adverbialidad temporal: esp. y al. como rasgo secundario adv. pasada

h)    Combinación de perspectivas temporales: esp. y al. irrelevante (como rasgo secundario pasada)

i)    Neutralización: esp. presente por pluscuamperfecto de subjuntivo – al. imposible


El indefinido retrospectivo
El alemán, como el español, posee un tiempo pasado simple, denominado Präteritum o pretérito, que, en un principio, debería ser equivalente al indefinido español. De igual forma su correspondiente compuesto, el Perfekt o perfecto, equivaldría al perfecto español. Estas equivalencias teóricas son ciertas en contextos en los cuales bien nos hallemos ante un uso narrativo del indefinido español o pertenezcan a la lengua formal, esto es, posean el rasgo -coloq. Expresado de otra forma: es de esperar que el indefinido español, que se define más temporalmente que narrativamente, equivalga a un Präteritum en los casos en los cuales se utilice en narraciones, y a un Perfekt cuando aparezca en diálogos y en otras situaciones comunicativas comentadas. A menudo los usos narrativos (en el sentido de Weinrich 1964: 28ss) y los formales están intrínsicamente unidos, pues las situaciones comunicativas comentadas están la mayor parte de las veces en relación con la coloquialidad: el alemán realiza una diferenciación temporal muy fuerte entre la lengua formal, en la cual el Präteritum se conserva, y la lengua informal, que tiende a utilizar más a menudo el Perfekt. En español, por el contrario, la coloquialidad es irrelevante y no afecta a la elección de indefinido o perfecto.




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Por lo tanto, los factores narrativos y coloquiales (junto a los dialectales, de los cuales no nos ocuparemos) son de diferente naturaleza en ambos idiomas, lo cual tiene por consecuencia una diferencia contrastiva en el uso del indefinido español y del pretérito alemán (pasado simple) y de los perfectos españoles y alemanes (pasado compuesto):

(7)   Cipriano cerró los ojos, se achicó, quiso desaparecer del mundo, pero Nuestro Señor le prendió por una oreja y le dijo:
–¿Vas a decirme, caballerete, por qué no quieres rezar?
Cipriano se despertó sobresaltado. Divisó sobre sí el rectángulo estrellado de la lucerna pero no tuvo fuerzas ni para gritar. Su corazón hacía ruido en el pecho y en su estómago se había asentado la angustia (Hereje 153–154).

Estamos ante un contexto formal (-coloq.) y además narrado. Temporalmente la acción es pasada. La traducción alemana, reflejando esa formalidad, presenta únicamente pretéritos:

(8)   Cipriano schloß die Augen, machte sich klein, wollte im Erdboden versinken, aber Gott packte ihn am Ohr und sagte zu ihm:
"Wirst du mir wohl sagen, Bürschlein, weshalb du nicht beten willst?"
Cipriano wachte verstört auf. Durch das Viereck der Dachluke sah er den sternklaren Himmel über sich, aber er hatte keine Kraft, auch nur zu schreien. Sein Herz schlug ihm bis zum Halse, und sein Magen verkrampfte sich vor Angst (Hereje, trad. al. 127).

Si tenemos, por el contrario, un ejemplo español de indefinido donde prime la coloquialidad (y por lo tanto también lo comentado), la equivalencia alemana será un perfecto. Comprobémoslo con un ejemplo de la novela "La sonrisa etrusca" de Sampedro y su traducción al alemán:

(9)   Menos mal que mi Brunettino me tiene a mí; hemos de aguantar hasta que hable, ten paciencia, Rusca, déjame un poco más para enseñarle a no ser como éstos ... Ya va aprendiendo ... ¿Lo notaste anoche, cuando volví a su cuarto mientras ellos dormían? Porque la noche es nuestra, como en la guerra. Estaba dormidito, ¿recuerdas?, y de pronto abrió los ojos, fue a sacar la manita, a llorar, ¡qué sé yo!, pero me vio a su lado y sonrió tranquilo (Sonrisa 83).




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(10) Wenigstens hat mein Brunettino mich; wir müssen durchhalten, bis er spricht, gedulde dich, Rusca, lass mich noch ein bisschen Zeit, um ihn zu lehren, nicht wie die zu werden ... Er lernt ja schon ... Hast du das gestern Nacht gemerkt, als ich wieder in sein Zimmer gegangen bin, während sie geschlafen haben?
Denn die Nacht gehört uns, wie im Krieg. Er hat süß geschlafen, erinnerst du dich? Und plötzlich hat er die Augen geöffnet, die Hand hervorgezogen, wollte anfangen zu weinen oder was weiß ich, aber er hat mich an seiner Seite gesehen, und da hat er glücklich gelächelt (Sonrisa, trad. al. 83).

Esta vez el indefinido español, p.e. volví, equivale a un Perfekt, bin gegangen. Ambas formas son comentadas y están integradas dentro de un fragmento coloquial caracterizado en español no tanto por la elección del tiempo verbal – la misma que en el fragmento formal anterior – , sino por la presencia de algún diminutivo (dormidito, manita) y de interpelaciones continuas al oyente (déjame, ¿recuerdas?), y en alemán por las interpelaciones y la elección del Perfekt como tiempo de la narración, que en realidad comenta.

Parece que el español hace un uso exclusivamente temporal del indefinido retrospectivo, diferenciándolo de esta forma del perfecto, mientras que en alemán no existe diferencia temporal alguna entre pretérito y perfecto, sino que el uso de uno u otro tiempo está marcado por la coloquialidad y la narratividad (véase Helbig/Buscha 2001: 132ss, Wunderlich 1970: 146, Engel 1988: 417, y un largo etcétera). En alemán se habla incluso de una "Funktionsähnlichkeit" (Duden 1998: 152) entre el Präteritum de semántica pasada y el uso del Perfekt retrospectivo. Junto a la modo de acción y la diatopía la coloquialidad es uno de los factores que separan los usos españoles y alemanes:

a)    Aspecto verbal: esp. y al. perfectivo

b)    Modo de acción verbal:
– uso puntual absoluto esp. y al. puntual
– uso ingresivo esp. durativo, permanente (con saber, tener, conocer, ser) – al. puntual (con erfahren, bekommen, kennenlernen, werden)
– uso egresivo esp. y al. permanente, durativo
  Modo de acción oracional: esp. y al. puntual, ingresivo, egresivo

c)    Grado de coloquialidad: esp. neutro – al. Präteritum neutro o formal; Perfekt informal

d)    Narratividad: esp. uso narrado o comentado – al. Präteritum uso narrado; Perfekt uso comentado

e)    Diatopía: esp. estándar – al. Präteritum estándar; Perfekt levemente dialectal o dialectal

f)    Modalidad: esp. y al. sin componente modal verbal o léxica




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g)    Adverbialidad temporal: esp. y al.
– Temporalidad adv.: adv. de referencia pasada mediata o lejana
– Deixis: adv. deícticos o anafóricos
– Cuantificación: adverbios determinantes
  Para el subtipo egresivo: esp. y al. adv. cuantificadores durativos

h)    Combinación de perspectivas temporales: A/E–H

i)    Realización fónica: esp. sin restricciones – al. restricciones al Präteritum de verbos con lexema en "-d" / "-t" y verbos con formas preteritales poco habituales


El imperfecto descriptivo
El imperfecto es, como sabemos, un tiempo caracterizado por sus connotaciones aspectuales imperfectivas. El alemán carece de un tiempo tal, por lo que expresa los contenidos temporales (y aspectuales) que en español se concentran en el imperfecto, con las dos formas anteriormente señaladas, el Präteritum o pretérito y el Perfekt o perfecto.

Como ya hemos visto, el pretérito alemán conlleva en general una característica formal, dejando para el perfecto la expresión de la informalidad (+coloq.). De esta manera, un enunciado realizado en imperfecto en español tendrá dos equivalencias en alemán: el pretérito si el matiz es formal o coloquialmente no marcado y el perfecto si lo es informal. Partamos en nuestra explicación del siguiente ejemplo:

(11) Mientras jugábamos al ajedrez, Juan llamó a la puerta.

(12) Während wir Schach spielten, klopfte Juan an der Tür.

(13) Während wir Schach gespielt haben, hat Juan an der Tür geklopft.

Se observa que coloquialmente la forma española es neutra y equivale, según el contexto de coloquialidad a un Präteritum o a un Perfekt. Téngase también en cuenta el siguiente fragmento narrativo para su posterior análisis:

(14) Al entrar en la habitación encontró que su equipaje ya había sido deshecho: ahora los trajes colgaban de las perchas y las camisas y la ropa interior habían sido colocadas ordenadamente en los anaqueles del armario. Antes de acostarse abrió los postigos y las persianas y se acodó en el alféizar de la ventana. Fuera la noche era húmeda y fría; reinaba una quietud absoluta; sólo el agua producía un murmullo suave al lamer la piedra; las cúpulas y las torres proyectaban una masa compacta contra el cielo. Un reloj dio una sola campanada (Isla 11).




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(15) Als er sein Zimmer betrat, sah er, dass sein Koffer schon ausgepackt war – die Anzüge hingen an den Bügeln, und Hemden und Unterwäsche lagen säuberlich auf den Brettern im Schrank. Bevor er zu Bett ging, öffnete er Fensterflügel und Jalousien und stützte die Ellbogen aufs Fensterbrett. Die Nacht draußen war feuchtkalt; es herrschte vollkommene Stille, nur das Wasser plätscherte mit sanftem Murmeln gegen den Stein; die Kuppeln und Türme bildeten eine kompakte Masse gegen den Himmel (Isla, trad. 9).

Las formas señaladas en cursiva describen la habitación del protagonista y el ambiente nocturno que observa desde su ventana. Aunque se trata de acciones descriptivas-narrativas, conllevan cierta simultaneidad con otras acciones igualmente acaecidas en el pasado, como es el caso de entrar/betrat y encontró/sah para colgaban/hingen y de abrió/öffnete y se acodó/stützte para era/war, reinaba/herrschte, producía/plätscherte y proyectaban/bildeten.

Temporalmente se trata de acciones a las que se les puede aplicar el esquema de las perspectivas temporales: el momento del acontecimiento, que coincide con el punto de enfoque, es anterior al acto de habla. En alemán, que presenta la misma combinación de perspectivas temporales que el español, se ha utilizado el Vergangenheitspräteritum. Veamos si es posible el uso del Perfekt:

(16) Bevor er zu Bett gegangen ist, hat er die Fensterflügel und Jalousien geöffnet und die Ellbogen aufs Fensterbrett gestützt. Die Nacht draußen ist feuchtkalt gewesen; es hat vollkommene Stille geherrscht, nur das Wasser hat mit sanftem Murmeln gegen den Stein geplätschert; die Kuppeln und Türme haben eine kompakte Masse gegen den Himmel gebildet. Eine Uhr hat ein einziges Mal geschlagen.

La oración introductoria y la que cierra el fragmento no tienen problemas de aceptabilidad. Son Perfekta intercambiables por Präterita, que en español son indefinidos. El problema está en las formas que rinden el imperfecto español. Ist gewesen es, de todas estas formas, la que más se acerca a la agramaticalidad, en cuanto que el Perfekt del verbo "sein" casi siempre se sustituye por razones de economía y uso lingüístico por la forma más corta y fácil de Präteritum.

Los Perfekta de este contexto muestran una diferencia insalvable con las formas españolas en imperfecto. Mientras que este imperfecto de pasado en el que se describen las acciones del fragmento es de carácter narrado, los Perfekta pertenecen al mundo comentado.




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Únicamente se pueden interpretar como formas narradas en el caso de pertenecer a un registro diatópico y coloquial determinado: al habla familiar del sur de Alemania, de Austria y de Suiza. Es posible argumentar que en estas zonas, como consecuencia del "Präteritumsschwund", "auch das Perfekt unter bestimmten Bedingungen als Erzähltempus fungiert" (Weinrich 1994: 283). De hecho, en esta amplia zona del dominio lingüístico alemán, citamos a W. Kluge (1980: 44), "man erzählt entweder im Perfekt oder im Präsens".

No obstante, si aceptamos el Vergangenheitsperfekt como coforma equivalente al imperfecto en estos contextos narrativos, se ha de puntualizar que existen profundas diferencias en lo que se refiere al grado de coloquialidad – neutro en español, altamente informal en alemán – y a la diatopía – estándar en español, dialectal en alemán –. Por esta razón es preferible postular que el imperfecto descriptivo-narrativo se corresponde en alemán en primera línea con el Präteritum, y sólo en ciertas ocasiones con el Perfekt – en usos informales dialectales –. De todas formas, la coloquialidad vuelve a aparecer como criterio en la descripción contrastiva del español y del alemán:

a)    Aspecto verbal: esp. y al. imperfectivo

b)    Modo de acción verbal: esp. y al. indiferente
   Modo de acción oracional: esp. y al. durativo, permanente

c)    Grado de coloquialidad: esp. neutro – al. Präteritum levemente formal; Perfekt informal

d)    Narratividad: esp. uso narrado – al. Präteritum uso narrado (enunciados narrados y simultáneos); Perfekt uso narrado dialectal (enunciados narrados), uso comentado (enunciados simultáneos)

e)    Diatopía: esp. estándar – al. Präteritum estándar (enunciados narrados y simultáneos); Perfekt dialectal (enunciados narrados), levemente dialectal (enunciados simultáneos)

f)    Modalidad: esp. y al. sin componente modal verbal, la léxica es posible

g)    Adverbialidad temporal: esp. y al.
  – Temporalidad adv.: adv. de referencia pasada
  – Deixis temporal: indiferente
  – Cuantificación temporal: no numérica

h)    Combinación de perspectivas temporales: esp. y al. A/E–H




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El imperfecto de referencia presente
Las diferencias contrastivas debidas a la coloquialidad no se limitan al imperfecto retrospectivo. Existen tres subusos de significado presente del imperfecto español que no se puede traducir directamente por un tiempo de pasado en alemán por razones coloquiales, y no temporales. Se trata de una variante de significado que indica acciones o estados que coinciden con el acto de habla pero que son enfocados desde el pasado (véase p.e. Alcina/Blecua 1998: 797).

Un primer ejemplo es el denominado "imperfecto lúdico", del que dice Gili Gaya (2002: 162) que "los niños se valen con frecuencia del imperfecto de indicativo (...) para atribuirse los papeles que cada uno ha de desempeñar en el juego". Coinciden con Gili Gaya en este análisis Guillermo Rojo (1974: 118), quien habla de un "reparto de papeles anterior al comienzo del juego", lo que justifica el uso del imperfecto, Molho (1975: 273), Kuttert (1982: 411), Hernández Alonso (1996: 432), para el cual se trata de un valor "hipotético imaginativo", Cartagena/Gauger (1989: 343), Kovacci (1992: 84), Calvo Pérez (1996: 49), Ramón Sarmiento (1997: 202), Marcial Morera (1999: 191), que señala que se utiliza "en funciones de deixis de fantasía", y Rodríguez Vida (2000: 94), quien lo pone en contacto con el futuro y no con el presente:

(17) A ver, vamos a jugar a policías y ladrones. Tú eras el ladrón y yo el policía.

(18) Lass uns also Räuber und Gendarm spielen. Du bist der Räuber und ich der Gendarm.

El alemán no concede ni al pretérito ni al perfecto carácter coloquial alguno con significados presentivos, por lo que la coloquialidad del enunciado español determina una grave diferencia contrastiva. Esta diferencia ya la recogen Cartagena/Gauger (1989: 376) en su gramática contrastiva, pero no le atribuyen a la coloquialidad el carácter decisivo que tiene en esta disfunción contrastiva del imperfecto español por un lado, y el presente alemán por otro.

Otro buen ejemplo de diferencia contrastiva debida a la coloquialidad es el denominado imperfecto de contrariedad (denominación de Hernando Cuadrado 1994: 120–121 y M. P. Garcés 1997: 36). Según esta última autora "se usa también el imperfecto cuando queremos mostrar nuestra contrariedad ante unos hechos que no esperábamos y que nos impiden realizar nuestros propósitos":

(19) Ahora que me sentía mejor, me llaman para operarme.

(20) Jetzt, wo ich mich besser fühle, geben sie mir Bescheid, dass ich operiert werde.




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Estos enunciados sorpresivos se encuentran ante todo en contextos dialogados coloquiales e implican la contrariedad que pone de manifiesto un sentimiento personal de adversidad ante la acción referida. Este matiz de contrariedad es prácticamente imposible de reproducir en alemán mediante una forma verbal: la utilización de un tiempo del pasado no tendría sentido, y el presente no implica necesariamente informalidad y sorpresa.

El grado de coloquialidad que se percibe en el imperfecto lúdico y el imperfecto de contrariedad está relacionado con las posibilidades de neutralización. En español el imperfecto puede ser sustituido por el presente, que temporalmente expresa la misma época temporal, aunque pierde el rasgo informal (el presente es coloquialmente neutro):

(21) A ver, vamos a jugar a policías y ladrones. Tú eres el ladrón y yo el policía.

(22) Ahora que me siento mejor, me llaman para operarme.

En alemán el Präsens al que equivalen los dos subusos españoles no muestra ninguna posibilidad neutralizatoria. Nótese que tanto el imperfecto lúdico y, sobre todo, el imperfecto de contrariedad exigen un aspecto verbal imperfectivo, ya que un verbo puntual imposibilitaría la referencia presente, como puede observarse en el ejemplo agramatical (23):

(23) *Ahora que explotaba una bomba, van a poner fin a la lucha contra el terrorismo.

En este caso la coloquialidad es el único criterio contrastivo que separa al imperfecto de referencia presente español y a sus equivalencias alemanas:

a)    Aspecto verbal: esp. y al. imperfectivo

b)    Modo de acción verbal y oracional: esp. y al. durativo, permanente

c)    Grado de coloquialidad: esp. informal – al. neutro

d)    Narratividad: esp. y al. uso comentado

e)    Diatopía: esp. y al. estándar

f)    Modalidad: esp. y al. sin componente modal verbal o léxica




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g)    Adverbialidad temporal: esp. y al.
  – Temporalidad adv.: adv. de referencia presente
  – Deixis: adv. deícticos
 – Cuantificación: irrelevante

h)    Combinación de perspectivas temporales: esp. E–A/H – al. E/A/E

i)    Neutralización: esp. por presente – al. imposible


El pluscuamperfecto modal
En el lenguaje coloquial el pluscuamperfecto españоl pierde parte de sus cualidades temporales para convertirse en un tiempo que condiciona la acción del verbo. Aparece en las oraciones condicionales de tercer grado, también llamadas imposibles. Alarcos Llorach (1990: 86) indica que "la oposición había cantado/habría cantado se neutraliza en la lengua popular en la apódosis de las condicionales". La misma observación referente a la coloquialidad del enunciado hacen otros autores como Hernández Alonso (1996: 452), Porto Dapena (1989: 106), Reumuth/Winkelmann (1993: 157), Hernando Cuadrado (1994: 131), Sastre Ruano (1995: 64), Vera Morales (1995: 333), Gutiérrez Araus (1997: 64), M. P. Garcés (1997: 57) y Rodríguez-Vida (2000: 97):

(24) Si me hubieran visto, me habían pegado.

En estos enunciados, el pluscuamperfecto es neutralizable por un condicional compuesto, e incluso por un imperfecto. No es necesaria una estructura condicional explícita para la aparición de este subuso, como afirma Vera Morales (1995: 333):

(25) No habías debido agobiarte.

El alemán no puede utilizar el Plusquamperfekt en este tipo de enunciados, pues los tiempos verbales alemanes presentan menos posibilidades de expresión modal que los españoles. De esta manera, los ejemplos anteriores se corresponden en alemán con Konjunktiv II:

(26) Wenn sie mich gesehen hätten, hätten sie mich geschlagen.

(27) Du hättest dich nicht anstrengen sollen.

Las diferencias de uso entre el pluscuamperfecto condicional y el Konjunktiv II residen por lo tanto, una vez más, en la coloquialidad – informal en español, neutral en alemán –:




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(a)    Aspecto verbal: esp. y al. irrelevante

(b)    Modo de acción verbal y oracional: esp. y al. irrelevante

(c)    Grado de coloquialidad: esp. informal – al. neutro

(d)    Narratividad: esp. y al. uso comentado

(e)    Diatopía: esp. y al. estándar

(f)    Modalidad: esp. con componente modal verbal – al. con componente modal verbal y modo Konjunktiv II

(g)    Adverbialidad temporal: esp. y al.
  – Temporalidad adv.: adv. de pasado
  – Deixis: sin restricciones
  – Cuantificación: irrelevante

(h)    Combinación de perspectivas temporales: A–H

(i)    Neutralización: esp. por condicional compuesto (en algunos contextos imperfecto) – al. imposible



4 Conclusiones

En los puntos anteriores se han expuesto casos donde la coloquialidad es un factor a tener en cuenta en el contraste lingüístico del tiempo verbal en español y alemán. En todos ellos las diferencias a nivel temporal entre ambas lenguas no se reducen a una consideración y aplicación diferente de parámetros temporales, sino que también se deben, al menos en parte, a las consecuencias que conlleva un uso formal o informal de la variante en cuestión.

Se puede dar el caso de que dependiendo de la coloquialidad del enunciado (+coloq o informal, -coloq o informal o coloq neutr) el mismo contenido temporal sea expresado por un tiempo en español y otro distinto en alemán. Es decir, en enunciados no coloquiales el español utiliza una forma X y el alemán un tiempo directamente equivalente que denominaremos igualmente X, mientras que en enunciados coloquiales con el mismo contenido temporal el español mantiene la forma X y el alemán usa otra diferente, llamémosla Y. Es el caso de los usos de referencia pasada. De esta manera, para expresar el pasado absoluto:




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  • Enunciados -coloq o coloq neutr: esp. indefinido (X) → al. Präteritum (X)
  • Enunciados +coloq: esp indefinido (X) → al. Perfekt (Y)

El mismo fenómeno se observa en algunos usos modales. Ésta vez es el español el que utiliza la coloquialidad como elemento diferenciador, y no el alemán. Para concretizar por ejemplo un contenido condicional imposible el español, dependiendo de la coloquialidad, usará un condicional compuesto o un pluscuamperfecto. En alemán la coloquialidad no afecta a los contenidos modales. Así, para expresar un contenido condicional imposible:

  • Enunciados –coloq o coloq neutr: al. Konjunktiv II (X) → esp. condicional compuesto (X)
  • Enunciados +coloq: al. Konjunktiv II (X) → esp. pluscuamperfecto (Y).

Por lo tanto, la coloquialidad completa el análisis temporal del español y del alemán y explica las diferencias de uso de ciertos tiempos españoles y alemanes, en especial de pasado y condicionales. En definitiva, la coloquialidad es un parámetro que debe ser considerado en el análisis temporal contrastivo y al que se le debe dar más relevancia en este tipo de estudios.



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